Los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC) recomiendan el uso de la vacuna antigripal de rutina en todas las personas de 6 meses en adelante.
Esta recomendación fue indicada para la temporada 2010-11 y 2011-12, a partir de la temporada de influenza de 2009-10, debido a que en esa oportunidad y por causa de la pandemia, todo el mundo quería vacunarse. Esa indicación eliminó la necesidad de determinar cuál persona debía ser vacunada o no. Además, en ese momento se enfatizó la importancia de prevenir la influenza o gripe estacional en las personas de todas las edades.
La extensión de esta recomendación se basa en la información obtenida en los estudios realizados durante la pandemia de influenza A (H1N1) 2009 que indicaba que los adultos menores de 50 años eran también susceptibles a sufrir complicaciones por la influenza. Por otro lado, en cada temporada de la gripe estacional hay indicadores de morbilidad y mortalidad en esta población, en EE.UU. Igualmente, la ocurrencia de brotes en los campos universitarios sirvieron de base para extender esta recomendación a todas las edades.
Esta recomendación tiene una limitación cuando se habla de la vacuna de virus atenuado (LAIV) en forma de spray y de aplicación intranasal ya que cuenta con la licencia de la FDA (Food and Drug Administration) solamente para ser aplicada en personas de 2 a 49 años de edad. Así mismo, tampoco se ha establecido su seguridad para ser usada en personas embarazadas, con enfermedades subyacentes o con mayor riesgo de sufrir complicaciones de la influenza. La vacuna de virus inactivado (TIV), la más comúnmente utilizada, no tiene esta limitante.
Sin embargo, cuando la existencia de la vacuna es limitada, los esfuerzos por vacunar deben dirigirse a las personas con mayor riesgo de sufrir la enfermedad o de tener complicaciones como son los niños (de 6 meses a 4 años) y los mayores de 50 años. A estos grupos, se le suman aquellas personas con problemas crónicos, inmunosuprimidos, embarazadas, residentes y cuidadores en los ancianatos y guarderías y el personal de salud.
Las indicaciones y contraindicaciones más específicas se encuentran en la publicación:
“Prevención y control de la influenza con vacunas: recomendaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunizaciones (ACIP)”, 2011 (MMWR; 60(33):1128-1132, 2011).
Irene Pérez Schael