La malaria fue una de las protagonistas en el Foro Económico Mundial 2018 en Davos, Suiza. Este Foro (WEF, por sus siglas en inglés) es una fundación no lucrativa, basada en Suiza, y ahora reconocida como una organización internacional con el fin de mejorar el mundo. En sus reuniones anuales, siempre a fines de enero, se dan encuentros entre líderes empresariales, políticos, académicos, de organizaciones no gubernamentales (ONG, por sus siglas en inglés) y otras figuras públicas con el propósito de crear agendas globales para construir un mundo más próspero. Es financiado por empresas, empresarios y por sus miembros.
Este año tuvo la característica de ser presidido por siete mujeres, las principales protagonistas. Los Hombres de Davos, como los llamó Huntington en 2004, pasaron a ser las Mujeres de Davos en 2018 y la agenda fue dedicada a las mujeres para que “prosperen”. Por primera vez fueron incluidas en la directiva que estuvo formada por: Sharan Burrow (Secretaria General de ITUC, Bégica), Fabiola Gianotti (Directora General del CERN, Suiza), Isabelle Kocher (Directora Ejecutiva de ENGIE, Francia), Christine Lagarde (Directora del IMF, USA), Ginni Rometty (Presidenta de IBM, USA), Chetna Sinha (Presidenta del Mann Deshi Mahila Bank y de Mann Deshi Foundation en India) y Erna Solberg (Primer Ministro de Noruega). Ellas sirvieron de inspiración para cambios sociales.
Como reza el título, la malaria estuvo presente en este Foro además del cáncer y tópicos para una nueva era en la Salud Global, donde participó Bill Gates, amén del encuentro entre Bill Gates y Atul Gawnde, profesor de Harvard y escritor, quienes hablaron del cuidado de la salud y como puede ésta mejorarse con la tecnología (ver video donde aparecen arropados con cobijas por el frío que hacía). No obstante, no es la primera vez que se abordan temas de salud en estas reuniones, aunque ahora es mayor su participación.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Carlos Slim anunciaron en Davos su compromiso con la lucha contra la malaria en 9 países latinoamericanos, al aportar 83,6 millones de dólares para el programa “La Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria” (RMEI, por sus siglas en inglés) que se sumarán a 100 millones suministrados por los gobiernos y 39 millones provenientes del Fondo Mundial contra el Sida, Tuberculosis y la Malaria, financiado éste por los países del grupo de los 20 y la Fundación de Bill y Melinda Gates. Los países que participarán en el programa son: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y la Isla Hispaniola (República Dominicana y Haití). Esta iniciativa comenzó en 2013, mediante un compromiso entre los países de la región con el objeto de aplicar acciones coordinadas para acelerar la eliminación de la malaria. La primera fase duró hasta 2017 y la segunda comenzará en 2018. El reto de esta ayuda radica en eliminar esta enfermedad en un momento cuando ha disminuido sustancialmente la malaria, pero su descenso se estancó o incluso han aumentado los casos.
Lo interesante de este programa es que los fondos se otorgan si se han logrado los objetivos. Se comienza con un financiamiento de arranque y según las evaluaciones se otorgan las subvenciones correspondientes o Fondos de recompensa. Otra singularidad es que los gobiernos tienen que aportar recursos si desean participar en el programa.
El 2014 se aplicó una nueva metodología desarrollada por la OPS (Organización Panamericana de Salud) para verificar el número de casos autóctonos reportados por cada país, cuyas cifras sirvieron de línea base para definir los próximos objetivos y su cumplimiento fue verificado en 2017. Esta primera etapa fue para el control del paludismo y ahora viene la etapa de su eliminación. Los casos autóctonos reportados por país para el 2014 fueron los siguientes: Belice (9), Costa Rica (0); El Salvador (3), Guatemala (5.537), Haití (17.583), Honduras (3.505), Nicaragua (2.271), Panamá (546) y República Dominicana (631). Para ese momento, Belice, Costa Rica y El Salvador se encontraban en la fase de pre-eliminación.
La Malaria en el mundo y en América
La malaria o paludismo es una enfermedad, causada por parásitos del género “plasmodium”, trasmitida por mosquitos, que se manifiesta con fiebre, escalofríos y puede llegar al coma y muerte. Es muy compleja y difícil de controlar. En MiradorSalud hemos publicado sobre la enfermedad, vacunas y medidas para controlar el vector.
Para 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que globalmente ocurrieron 216 millones de casos que representa una reducción de 9% y 2% con respecto a 2010 y 2015, respectivamente. El 80% de la casuística se encuentra en África Subsahariana. Las muertes estimadas para ese año fueron 445.000 comparadas con 446.000 en 2015; es decir la mortalidad solo disminuyó en 1000 casos, cifra muy pequeña. El 91% de estas muertes ocurrieron en África. Se puede resumir que anualmente ocurren 440.000 defunciones por malaria en el mundo, cifra que se aproxima al número de niños menores de 5 años que morían por rotavirus antes de que apareciera la vacuna.
En América, el número de casos de malaria, entre 2000 y 2015, pasó de 1.181.095 a 451.242, lo que representó una disminución de 62% y el número de muertes pasó de 410 a 159 para una reducción de 61%. Aunque en la mayoría de los países la malaria decreció, en 4 países (Panamá, Perú, Nicaragua y Venezuela) aumentó. Por otro lado, si se comparan los datos de 2015 con los de 2014, se observa que la malaria aumentó en Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú y Venezuela, siendo 4 de ellos de Centro América y el Caribe. El incremento en República Dominica (33%) y Honduras (6%) se debió a brotes epidémicos, en Guatemala (12%) a las migraciones y en Nicaragua (98%) a cambios en la actividad económica en áreas donde se siembra cacao y palma. Es satisfactorio ver que Haití disminuyó sus casos en 14% (20. 378 en 2013 a 17.583 en 2015).
Después de un descenso continuado hasta 2014, entre 2015, 2016, y 2017 se observó un avance en el continente. En 2016, por ejemplo, a los ocho países donde aumentó su casuística en 2015, se les sumó Haití. En 2017, cinco países notificaron aumento de casos (Brasil, Ecuador, México, Nicaragua y la consabida Venezuela).
Malaria en Venezuela.
En Venezuela, mi país que fue modelo para la eliminación de la malaria en las décadas de los años 40 y 50, gracias a Gabaldón, los casos oficialmente reportados han aumentados consistentemente a partir de 2008. Entre 2015 y 2016, según OPS, el aumento fue de 76% (136.402 a 240.613) y hasta la semana epidemiológica 42 de 2017, se habían reportado 319.765 casos que representan el 33% de incremento con respecto al año anterior, esta cifra es muy superior a la media anual observada en los últimos 29 años (1988-2016). La mayoría de ellos (64%) localizados en el Estado Bolívar, un estado sin ley, y más específicamente en las zonas mineras, donde habita el 40% de los enfermos. Venezuela es el país con más casos del continente, superando a Haití que es mucho decir, pero seguramente que el número de casos y muertes son muchos mayores que los reportados a la OPS.
En el mundo para 2016, se invirtió un estimado de 2.700 Millones de US$ en malaria de los cuales el 31% fue el aporte de los gobiernos y el resto de socios internacionales (OMS); más del 80% fue invertido en África. Los Estados Unidos fueron los mayores donantes con un aporte de 1.000 millones US$ (37%). Se financiaron mosquiteros tratados con insecticidas, pruebas rápidas de diagnóstico, tratamientos a base de Artemisina y otros componentes, terapias preventivas, por ejemplo, las aplicadas a madres embarazadas, programas para el control del vector y sistemas de vigilancia.
Con la aplicación del mencionado plan en Centro América, se había reducido la enfermedad y las muertes hasta 2014. Sin embargo, estos avances se han estancados como lo muestran las cifras entre 2015-2017. Para eliminar la malaria se necesita mucho financiamiento. Esperamos que con este nuevo aporte la tendencia a disminuir sea más marcada y se logre eliminar la enfermedad en estos países. Ver información sobre el paludismo en América.
Para Luis Alberto Moreno, presidente del BID, esta iniciativa es un ejemplo de cómo la financiación mixta puede contribuir con el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Bill Gates añade: “También ayudará a fortalecer los sistemas de salud en la región y dirigir a los países hacia el éxito frente a otras enfermedades de alta prioridad trasmitidas por vectores, como el Zika, dengue y Chikungunya.”
Irene Pérez Schael