Hace dos años el artículo Sobre los programas de protección social. ¿Podemos los venezolanos no comparar? comenzaba diciendo que los mismos, cuando han sido debidamente planeados, implementados y evaluados, constituyen una poderosa herramienta en pro del desarrollo humano y contra la pobreza.
Este es un tema inagotable. Resulta ser materia muy seria tanto en programas sociales oficiales o programas y proyectos de ONG y privados. Veamos en el caso de USA.
Los programas de alimentos federales como el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), anteriormente conocido como el programa de cupones para alimentos, y el Programa de Nutrición Suplementaria Especial para Mujeres, Bebés y Niños (WIC, por sus siglas en inglés) son la primera línea de defensa contra la inseguridad alimentaria en los Estados Unidos. Sin embargo, estos beneficios a menudo no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de alimentación de las personas que viven en hogares con problemas económicos.
En los Estados Unidos existe un poderoso sistema de beneficencia o asistencia para la alimentación que llena este vacío y distribuye miles de millones de libras de alimentos. Está constituido por una gran red de bancos de alimentos (BdA) o Food Banks, que son organizaciones sin fines de lucro que obtienen, almacenan y distribuyen alimentos, generalmente a agencias más pequeñas como son las despensas de alimentos o Food Pantries las cuales entregan los alimentos directamente a los hogares o instituciones que los requieran.
En MiradorSalud hemos hablado de los bancos de alimentos que están presentes en buena parte del mundo. También desde hace un tiempo hemos discutido sobre el Programa WIC que proporciona alimentos suplementarios, educación sobre nutrición, el fomento y apoyo de la lactancia, derivaciones y acceso a servicios sociales y de salud a mujeres embarazadas de bajos ingresos, mujeres en lactancia, y mujeres de postparto, así como a infantes y niños hasta los cinco años de edad que presentan algún riesgo relacionado con la nutrición.
Las familias son evaluadas socio-económicamente para saber si califican para WIC. Hay una cifra incontestable: WIC atiende aproximadamente a la mitad de todos los bebés nacidos en los Estados Unidos.
El paquete de alimentos está diseñado para garantizar una nutrición adecuada a madres y niños. Los alimentos del WIC incluyen alimentos para bebés, cereales para el desayuno, frutas y vegetales, jugo, huevos, leche, queso, mantequilla de maní, pan integral y otros cereales integrales, guisantes y frijoles secos y enlatados, bebidas a base de soya y tofu, pescado enlatado y fórmulas infantiles cuando no es posible la lactancia. También se otorgan cupones (vouchers) con valor en efectivo para la compra de opciones saludables de frutas y hortalizas en expendios al detal, o en mercados agrícolas (Farm markets), e instrumentos (papel o herramientas electrónicas) emitidos por las clínicas de WIC para los alimentos elegibles.
Aquí un ejemplo del programa WIC en California y las opciones que ofrece. Como una muestra de su versatilidad y adaptación a las características y necesidades de la población atendida, mencionamos este:
“Alternative Food Packages” ¿Vegetariano? ¿Intolerancia a la lactosa? ¿Necesitas una fórmula especial? ¿Tiene espacio limitado en el refrigerador? ¡WIC ofrece alimentos alternativos que pueden satisfacer las necesidades de su familia!
Los alimentos se ofrecen a través de “paquetes” WIC que deben alinearse con las Pautas Dietéticas para los estadounidenses, las cuales se revisan cada cinco años, y deben promover y apoyar la lactancia materna, por lo que el Congreso de los Estados Unidos exige que cada 10 años se realice una evaluación de los alimentos del paquete WIC.
La última revisión fue ordenada a las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina en 2017, y el informe final recomendó cambios neutrales en cuanto a costos, que incluyen agregar pescado, aumentar la cantidad de cereales integrales y verduras y frutas como compensación por la disminución de jugos, leche, mantequilla de maní, compotas para bebés de verduras, frutas y carne.
Sistema de beneficencia de alimentos
Este es un sistema enorme, por ello, es de gran importancia considerar la calidad nutricional de los alimentos y bebidas que se mueven a través del mismo. Es decir, no por ser de carácter benéfico o asistencial, se eximen de criterios de calidad.
La Dra. Caitlin Caspi, especialista en políticas alimentarias, en un interesante artículo del 4 de febrero de 2021 en The Conversation, nos cuenta que está llevando a cabo el primer estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) sobre el sistema benéfico de alimentación.
Por otra parte, en 2019, Healthy Eating Research, un programa de la Fundación Robert Wood Johnson (la organización filantrópica más grande del país dedicada exclusivamente a la salud), convocó a un panel de expertos de las áreas del sistema de beneficencia de alimentos, nutrición y políticas alimentarias para crear recomendaciones claras y específicas para pautas nutricionales basadas en evidencia científica y adaptadas a las necesidades y capacidad única de este sistema.
La intención de estas recomendaciones es la de mejorar la calidad de los alimentos en los bancos y despensas de alimentos para aumentar el acceso y promover opciones de alimentos más saludables en todo el sistema benéfico de alimentos.
Tradicionalmente, muchos de los alimentos y bebidas que se mueven a través del sistema de beneficiencia de alimentos son estables en almacenamiento a temperatura ambiente, tienden a tener un alto contenido de grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos, lo cual evidentemente no es adecuado para la salud del consumidor. En los últimos años, muchas de las organizaciones que trabajan en el sistema de beneficencia de alimentos han priorizado el abastecimiento y el suministro de alimentos más saludables.
Como resultado, se han desarrollado varios sistemas de clasificación nutricional para agrupar los alimentos sobre la base de ingredientes específicos o criterios nutricionales. De esta manera se facilitan:
- las conversaciones con los donantes sobre cuáles son los productos que los bancos de alimentos prefieren distribuir;
- discusiones con los legisladores acerca de las estrategias para incentivar donaciones más saludables; y
- decisiones sobre cómo los bancos de alimentos deben utilizar sus dólares para comprar alimentos.
El panel de expertos decidió centrarse principalmente en tres nutrientes a limitar: grasas saturadas, sodio y azúcar agregada – basado en evidencia que vincula el aumento de su consumo con mayor riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta-
Aquí el informe que resume las recomendaciones clave del panel de expertos. Los productos se dividen en 11 categorías; y dentro de las categorías, los elementos se clasifican en niveles de «elegir con frecuencia» (columnas verdes), «elegir a veces «(columnas amarillas) y» elegir raramente «(rojo columnas) basados en los umbrales de nutrientes en grasas saturadas, sodio y azúcar añadida
Tiempos de pandemia
En USA los BdA han sido más visibles que nunca durante la pandemia. Mucha gente que nunca había visitado un BdA o un pantry lo hizo por primera vez dada la terrible situación provocada por la pandemia. Este aumento en la demanda de sus servicios se produce cuando se estima que 1 de cada 6 adultos y 1 de cada 4 niños están experimentando inseguridad alimentaria durante la pandemia en USA, tasas que son aproximadamente un 50% más altas que antes del brote de coronavirus. Los bancos de alimentos están recibiendo un gran impulso a través de los paquetes de ayuda que el Congreso aprobó en 2020, y las enormes donaciones de algunos de los estadounidenses más ricos.
Algunos cientos de residentes, afectados por las consecuencias económicas causadas por la pandemia de coronavirus, hacen fila en sus vehículos mientras esperan su turno para recolectar alimentos del Banco de Alimentos de San Antonio en San Antonio, Texas, el 17 de abril. REUTERS / Adrees Latif (https://www.reuters.com/news/picture/long-lines-at-food-banks-across-us-idUSRTX7EHU2)
Los bancos de alimentos continúan siendo objeto de investigación académica desde diversas perspectivas: social, antropológica, económica, científica, pues deben ser evaluados constantemente para revisar y mejorar el modelo. No son la panacea en la lucha contra el hambre pero representan una opción que funciona para ayudar en el cumplimiento del derecho a la alimentación; siempre puede ser mejorada pero al estar basada en preceptos que configuran una sociedad solidaria, ayudan a recuperar la esperanza en la humanidad.
María Soledad Tapia
BANCOS DE ALIMENTOS. UN MODELO QUE FUNCIONA MUNDIALMENTE EN LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE
4 Comentarios
Lirio Valero
Extraordinario proyecto que debería ser puesto en marcha en Venezuela. Un pueblo bien alimentado nutre su cerebro y puede pensar . Es necesario crear la cultura acerca de la importancia de una buena alimentación, la cual no tiene que ver con “ matar el hambre” , sino con el buen funcionamiento físico y mental de los ciudadanos lograda a través del consumo de alimentos nutritivos como bien lo explica, entre otros, el artículo. Un pueblo bien alimentado refleja la preocupación , o amor ,de los gobiernos por su pueblo ..!
Mirador Salud
Muchas gracias querida Lirio. En efecto, es tan importante la nutrición, que no se puede hablar de seguridad alimentaria plena si los alimentos que están disponbles y a los que se puede acceder (dos dimensiones de la seguridad alimemntaria) no son saludables y nutritivos. Por eso el concepto de «sistemas alimentarios sensibles a la nutrición» es maravilloso: https://scalingupnutrition.org/es/nutricion/los-sistemas-alimentarios-y-la-nutricion/
Néstor
Ciertamente no hay ninguna banalidad en ayudar a la población vulnerable o en riesgo. Sin embargo, esa ayuda debe estar condicionada al cumplimiento de ciertas normas, tanto del beneficiario como del benefactor. So pena de convertirse en un mecanismo de control o de sumisión. Aunque suena exagerado o desproporcionado el comentario, es imposible establecer comparaciones para optar por el mejor programa o incorporar ajustes que maximizen los recursos como los resultados. Vemos como en Venezuela se usa como mecanismo de control social, no tiene condicionantes y es de corte universal. Esto se traduce en una pobre focalizacion, deficiente mecanismo de seguimiento e imposibilidad de valorar los resultados en la población en condiciones de vulnerabilidad. Además, la persecución a las ONG’s elimina un apoyo necesario y fundamental en los casos de atención inmediata. Además de ser una fuente primaria de evidencias empíricas que permitan un estudio mas preciso de los fenómenos sociales ante la ausencia de datos oficiales (tal vez la razón de fondo en la persecución desatada).
Mirador Salud
Muchas gracias Nestor por su valiosos comentario. Este es un tema inagotable y con múltiples aristas. Lamentablemente aquí, como bien lo dice, los programas como el CLAP se han convertido en mecanismos de control social y sumisión, y como lo usted lo dice: universales sin selección de población vulnerable. Y lo peor son las deficiencias tremendas en cuanto a la variedad, calidad microbiológica, físico química, etc de los alimentos que se distribuyen, aparte de escandolosos escenarios de corrupción asociados. No hay tampoco ningún seguimiento que permita evaluación seria. Lo he dicho siempre: Es perfectamente válido que un gobierno recurra a programas sociales para proteger a sus ciudadanos, pero todo programa social tiene que ser evaluado constantemente para tomar decisiones informadas y técnicas que mejoren su ejecución y cumplan con sus objetivos. Las evaluaciones deben hacercse con diseños rigurosos y mediciones de impacto por ejemplo: mayor rendimiento escolar, mejores resultados de salud, vacunación, alivio de la pobreza, etc. Claro que depende de las ayudas si son condicionadas como muchas del PMA. Escrbí esto hace un tiempo: https://miradorsalud.com/transferencias-monetarias-bonos-idealmente-condicionadas-a-educacion-salud-y-nutricion-con-seguimiento-y-determinacion-de-impacto/.
Muchos saludos.