Un análisis preliminar de dos vacunas (cAd3-EBOZ y VSV-ZEBOV), evaluadas en 600 sujetos en Liberia, muestra que ambas son seguras. Los resultados fueron muy promisorios, según reseñan los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), y corresponden a la primera etapa del ensayo clínico fase II/fase III, los cuales ahora permiten avanzar hacia una mayor escala (Fase III). Los investigadores para la fase III piensan reclutar 27.000 individuos y pretenden incorporar 1.500 personas en el mes de abril. Los datos de la investigación fueron analizados por un comité independiente del estudio llamado Data and Safety Monitoring Board (Comité de vigilancia de los datos y la seguridad).
La vacuna cAd3-EBOZ fue desarrollada por NIH y GalxoSmithKline (GSK) y la VSV-ZEBOV por la Agencia de Salud Pública de Canadá (Public Health Agency), NewLink Genetics Corporation y Merck. Ambas vacunas fueron probadas en el mismo ensayo clínico, una demostración del tipo de cooperación internacional que está actuando para resolver esta gran tragedia.
El Dr. Anthony Fauci del NIH comentó: “Estamos muy agradecido con el pueblo de Liberia que se ofrecieron voluntariamente para este importante ensayo clínico y esperanzados con los resultados observados en la investigación con las dos candidatas a vacunas para el ébola”.
El estudio doble ciego es conducido en Monrovia y continuará durante un año. Igualmente, se evaluará la respuesta inmune al año para ver cuánto dura la inmunidad causada por la vacuna. Los investigadores piensan conducir parte del estudio en otros estados africanos. En paralelo, se está diseñando una investigación con sobrevivientes del ébola que se realizará en 4 lugares de Monrovia, con el fin de estudiar la historia natural de la enfermedad para entenderla mejor.
Por otro lado, un artículo publicado el 1 de abril de 2015 en el New England Journal of Medicine, muestra que una prueba clínica fase I realizada con dos concentraciones de la vacuna de Merck (VSV-ZEBOV), evaluada en 52 voluntarios en los Estados Unidos, es segura y provocó una respuesta inmune en todos los sujetos al mes de ser inmunizados, siento la respuesta mayor en los sujetos que recibieron la concentración más alta. Las reacciones más comunes fueron dolor en el lugar de la inyección, mialgia, fatiga y fiebre en el 20% de los voluntarios que duró de 12 a 24 horas. En general, no se identificaron reacciones de importancia. Estos resultados apuntalan la decisión de continuar con el ensayo clínico fase III utilizando la concentración más alta.
Igualmente en el mes de marzo, en la revista The Lancet, fue publicado otro artículo sobre una vacuna experimental contra el ébola desarrollada por el Instituto de Biotecnología (Beijing) y la compañía Tianjin CanSino Biotechnology (Tianjin) en China. La vacuna expresa una glicoproteína de la cepa Zaire que circuló en 2014 en Guinea, utilizando un adenovirus recombinante como vector. Es la primera vacuna preparada con esta cepa. El ensayo clínico fue realizado en la Provincia de Jiangsu en China en 120 adultos, quienes recibieron una de dos concentraciones de la vacuna. La reacción más común fue dolor en el lugar de la inyección. La respuesta inmune en 98% de los sujetos fue satisfactoria en la concentración más alta pero, además, se encontró que una dosis era suficiente para inducir alta inmunidad sin causar reacciones adversas de importancia. La vacuna tiene la ventaja de no necesitar cadena de frío para almacenarla, sin embargo se requieren más estudios para conocer si la vacuna protege contra el virus.
Los Doctores Darryl Falzarano de Canadá y Andrea Marzi de INH comentan al respecto: “Esta vacuna con el vector adenovirus serotipo 5 para el ébola es un ejemplo de lo rápido que pueden modificarse las plataformas existentes para incorporar nuevas cepas virales, probarlas en animales y avanzar hacia pruebas en humanos durante una situación de crisis. Sin embargo…últimamente, la efectividad de todas estas vacunas se conocerá cuando sean probadas en estudios fase II en los lugares con epidemias.”
Sin embargo, estos resultados indican que la cooperación internacional ha funcionado y se está más cerca de lograr una vacuna con el fin de controlar la epidemia más grave y sin precedentes en África que ha ocasionado una crisis humanitaria de importantes proporciones.
Las cifras a un año de la epidemia.
En marzo se cumplió un año de la epidemia del ébola y todavía no se ha controlado la enfermedad. Además acertaron los pronósticos que indicaban que se llegarían a los 20.000 casos, hecho cumplido en diciembre de 2014.
Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestran para la semana del 29 de marzo que han ocurrido en total 25.178 casos y 10.445 muertes que resultan en 41% de letalidad. El 14% de los casos son de Guinea, el 39% de Liberia y el 48% de Sierra Leona. La letalidad ha sido mayor en Guinea (66%), le sigue Liberia (45%) y luego Sierra Leona con 32%. La edad de la población más afectada está entre 15 y 44 años y la menos son los niños.
La transmisión, aunque a menor escala, continúa en Guinea y Sierra Leona. En los últimos 7 días se reportaron 82 casos, de los cuales el 70% fue en Guinea y el 30% en Sierra Leona. Liberia casi ha controlado la epidemia ya que no se ha presentado ningún caso en los últimos 7 días, pero hay que esperar más tiempo para ver si no aparecen otros. En cambio, en Guinea los casos aumentaron en la última semana.
En lo que va de año en Sierra Leona los casos disminuyeron drásticamente de más de 200 en la primera semana de enero a menos de 100 a partir de la primera semana de febrero, llegando a 33 y 25 casos en las dos últimas semanas de marzo. Ha sido constante su descenso en marzo.
Según los reportes de la OMS, la epidemia comenzó su escalada a principios de junio en Sierra Leona, el país más afectado, en la última semana de julio en Liberia y a mediados de agosto en Guinea, el país menos afectado; sin embargo, es el que ha controlado menos la epidemia. El pico máximo de actividad también fue diferente entre las tres naciones: en Sierra Leona, en la primera semana de septiembre, se presentaron más de 200 casos a la semana y llegaron a 500 en la segunda quincena de noviembre; estos números se mantuvieron hasta finales de diciembre, cuando bajaron a 300 para continuar su descenso en 2015. En Liberia, los casos llegaron a su pico más alto (300 semanales) a finales de agosto; el descenso comenzó finales de septiembre y continuó hasta marzo de 2015. En Guinea, donde comenzó la epidemia, la situación ha sido distinta sin tantos casos semanales como ocurrió en los otros dos países; nunca llegaron a los 200 por semana, sino se ha mantenido estable, entre los 50 y 100, la aparición de los casos hasta el 2015. Estos números reflejan lo complejo y grave de la situación.
El 8 de agosto, 5 meses después de comenzado el brote, la OMS anuncia que la epidemia de ébola en África occidental es una emergencia que representa una amenaza para la seguridad sanitaria internacional, una declaración que llegó muy tarde para los Médicos Sin Fronteras (MSF), como lo comentan en un reporte elaborado en ocasión de cumplirse el primer año de la epidemia de ébola. El reporte describe el brote desde sus inicios. Asimismo, la revista The Lancet señala este retraso como un error del cual debemos aprender en el artículo «1 año después… lecciones del brote de ébola para la OMS».
Ha sido una epidemia muy larga, con altísimos costos en pérdida de vidas, en familias destruidas, en retroceso del desarrollo de los países involucrados, en la inversión en salud para controlar la epidemia y, particularmente, en las muertes de los trabajadores de salud que arriesgaron su vida para salvar a otros.
Irene Pérez Schael
Nota: para más información consulte el Ebola Resource Centre de la Revista The Lancet