Un análisis de muestras de pacientes del estudio RV144, el más grande que haya producido buenos resultados de una vacuna contra el VIH, mostró información relevante sobre la relación entre la respuesta inmune inducida por la vacuna y la protección contra la infección.
Cuando en 2009 fueron publicados los resultados del estudio RV144 (combinación de las vacunas ALVAC® HIV y AIDSVAX® B/E) en la revista The New England Journal Medicine, la comunidad internacional se alegró pese a que los resultados de la eficacia de la vacuna fueron modestos, ya que solamente protegió al 31,2% de la población vacunada. Sin embargo, esta modesta eficacia permitiría contestar preguntas como: ¿por qué funcionó la vacuna en algunas personas y por qué en otras no? Una publicación en la misma revista del 5 de abril de este año contestó parcialmente esta pregunta.
En el estudio se evaluó la correlación entre distintas variables de la respuesta inmune y la tasa de infección en una subpoblación formada por 41 vacunados que se infectaron durante el estudio y 205 vacunados que no se infectaron.
Se analizaron 6 variables inmunológicas y dos de ellas presentaron correlación con la tasa de infección. Los participantes que desarrollaron altos niveles de anticuerpos IgG contra las proteínas de las capas externas del virus que corresponden a las regiones variables 1 y 2 (V1V2) presentaron menor riesgo de infección que aquellos que no los desarrollaron, lo que quiere decir que estos anticuerpos IgG pueden ser protectores en la infección del VIH en humanos. Mientras que los participantes con altos niveles de anticuerpos IgA que se unen a la parte conservada de la capa externa del virus parecen estar menos protegidos que aquellos que tienen niveles bajos de estos anticuerpos.
La tasa de infección de los participantes con altos niveles de IgA fue similar a las del grupo no vacunado.
Los autores concluyeron que los anticuerpos dirigidos a la región V1V2 pueden contribuir con la protección mientras que los anticuerpos IgA pueden mitigar o interferir con el efecto protector de la respuesta inmune. Una vacuna que induzca niveles altos de IgG anti V1V2 y bajos niveles de IgA podrían mejorar la eficacia de la vacuna.
En este estudio, realizado en más de 16.000 participantes en Tailandia, participaron más de 100 científicos de 25 instituciones, quienes han estado trabajando para encontrar algunas respuestas.
El líder del estudio, Dr. Barton Haynes de la Universidad de Duke en Durham (Estados Unidos), comentó: “Esta colaboración sin precedentes reunió a investigadores de todo el mundo para comparar las pruebas de la función inmunológica y entender los resultados del estudio RV144. Mediante el análisis de los que se infectaron comparados con los que no, creemos que hemos encontrado pistas muy importantes para conocer la forma de cómo la vacuna RV144 ha funcionado”. Y agrega: “La extraordinaria colaboración internacional para comprender los resultados del estudio RV144 ha generado importantes hipótesis que los científicos deben investigar”.
Los investigadores piensan hacer pruebas en monos para averiguar si la protección de estos anticuerpos es generada directamente por ellos o está asociada a otras variables, es decir si estos anticuerpos son marcadores de la protección o simplemente reflejan la exposición al virus.
El Dr. Anthony S. Fauci, director del NIAID, dijo: “Este análisis ha producido unas pistas interesantes acerca de que tipo de respuesta inmune necesita inducir una vacuna contra el VIH…mediante exploraciones futuras, este nuevo conocimiento podría llevarnos un paso más cerca hacia el desarrollo de una vacuna que provea una amplia protección”.
Irene Pérez Schael