Planeta 1. El PMA. El 19 de abril de 2021 el país fue sorprendido con una noticia considerada muy positiva: el anuncio de que el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y el gobierno firmaron un memorando de entendimiento para establecer la presencia de este último en Venezuela e iniciar una operación humanitaria. El PMA alimenta cada año a más de 97 millones de personas en más de 80 países. La visión del PMA es la de un mundo en el cual cada hombre, mujer y niño tenga acceso en todo momento a la alimentación necesaria para llevar una vida activa y saludable. Por otro lado, es imposible no condolerse ante el hecho de que nuestro país haya llegado al extremo de requerir asistencia alimentaria del Sistema de las Naciones Unidas. Tal como lo dice el PMA: el objetivo final de la asistencia alimentaria deber ser la eliminación de su propia necesidad. Ojalá esto sea así. Mientras tanto, bienvenido sea.
La entrada del programa en Venezuela se produce después de dos años de negociaciones. El PMA no despliega asistencia humanitaria en un país si no tiene dimensionada la escala de sus necesidades, por ello, fue invitado por el gobierno de Venezuela a realizar una evaluación de seguridad alimentaria y estimar las necesidades y vulnerabilidades de los hogares en el país. Con datos recolectados de julio a septiembre de 2019, en febrero de 2020 el PMA reveló las cifras que ya conocemos: el 7.9% de la población en Venezuela (2.3 millones) está en inseguridad alimentaria severa, y un 24.4% adicional (7 millones) está en inseguridad alimentaria moderada, mientras que 59.7% (17.4 millones) está en seguridad alimentaria marginal y solo 8% (2.4 millones) de la población tiene seguridad alimentaria.
Esta evalución del PMA determinó que Venezuela fuese incluida entre las 10 peores crisis alimentarias en 2019 en el informe correspondiente a 2020 que elabora la Red mundial contra las crisis alimentarias, una alianza internacional (que incluye al PMA y a FAO), la cual trabaja para abordar las causas fundamentales del hambre extrema. Lamentablemente no hubo evidencia suficiente para incluir a Venezuela en el Global Report on Food Crises – 2021, que registra las crisis de 2020, y tal como lo dice el informe, aunque las estimaciones de inseguridad alimentaria aguda de Venezuela no están incluidas, algunos datos sugieren que esta importante crisis alimentaria de 2019 probablemente empeoró en 2020. Ojalá la presencia del PMA en el país le permita levantar nuevas cifras. Por otro lado, hay datos que se están generando desde importantes espacios no oficiales.
El PMA, con apoyo de grupos de trabajo nacionales instalados en reuniones preparatorias del acuerdo, con muchas visitas de campo y encuestas aplicadas en todo el país que permitieron determinar un patrón geógrafico de las zonas de mayor vulnerabilidad, concluyó que la escala de la inseguridad alimentaria era suficientemente grande como para ameritar la respuesta. Otro aspecto muy importante que determinó la decisión de intervención del PMA, fue el serio problema detectado en cuanto al acceso a los alimentos y la liquidación de bienes familiares para poder comer, con las implicaciones sociales y afectivas involucradas que representa una descapitalización o destitución de grandes dimensiones para poder acceder a un patrón de alimentación, además, precario y poco diverso.
Una vez decidida la intervención, el próximo paso fue -en un proceso de negociación con el gobierno y otros actores- decidir la plataforma de distribución. El PMA lo vio clarísimo: el programa de alimentación escolar, área de su vasta experticia. En ese punto, Caritas de Venezuela, como actor consultado, insistió en incluir a los niños más pequeños por ser aquellos en los que se concentra gran parte de la carga de hambre de modo de protegerlos con una nutrición adecuada que a esa edad resultará en un beneficio para toda la vida. Estos niños al no estar escolarizados están desamparados institucionalmente con respecto a los niños escolarizados que son más grandes y que cuentan con la escuela además de su familia.
El PMA proporcionará entonces, comidas escolares nutritivas a niños particularmente en las escuelas de educación preescolar y especial, públicas y privadas, invertirá en la rehabilitación de los comedores escolares, lo cual será una tarea ardua, pues además del demantelamiento de las infraestructuras, tendrá con lidiar con la tragedia nacional de servicios básicos muy precarios de gas, agua y electricidad, y capacitará al personal escolar sobre prácticas de seguridad alimentaria.
El plan aspira comenzar con 185.000 niños este año, y llegar progresivamente a 1.5 millones de niños para el año escolar 2022-23. Esta es una meta enorme pues cubriría gran parte de los niños del país en situación de pobreza a esas edades. Según el censo de 2011, los niños hasta 4 años eran 2 millones y medio, y de 5 a 9 años 2 millones y medio más.
En nuestro país, el PMA tendrá un doble mandato: asistencia alimentaria y logística. Con respecto a esto último, no en vano es la agencia líder experta en grandes movilizaciones de ayuda humanitaria. Con respecto a lo primero, ejercerá co-liderazgo con FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, con representación y acción en el país desde 1993.
Planeta 2. FAO y el Proyecto de Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe.
A partir de la experiencia acumulada por Brasil con su modelo de Alimentación Escolar ejecutado hace 60 años, la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de FAO y el Gobierno de Brasil llevan a cabo desde 2009 el Proyecto de Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y Caribe, desarrollado en el marco del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO. En 2018, el Gobierno de Brasil se comprometió globalmente con la mejora de la calidad de la alimentación de las poblaciones y la promoción de un sistema alimentario sostenible para los diversos continentes. Para ello, propuso crear y gestionar cinco Redes internacionales en el marco del Decenio de Acción sobre la Nutrición con el apoyo de organismos internacionales como FAO, la Organización Mundial de Salud (OMS/OPAS) y el PMA/Centro de Excelencia contra el Hambre.
Una de ellas es la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES), una respuesta del gobierno de Brasil en favor del alcance de las metas del Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición 2016-2025 y de los ODS. El objetivo es apoyar a los países de América Latina y el Caribe en la mejora de la calidad de la política y de los programas de programas de alimentación escolar, que cuenta con el apoyo de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe y el PMA para su implementación.
Escuelas sostenibles. El modelo de Escuelas Sostenibles ha sido implementado en ocho países asociando acciones efectivas de educación alimentaria y nutricional para promoción de hábitos alimentarios saludables, fomentar un programa de alimentación escolar en nivel nacional que garantice la oferta sistemática y continua de alimentos frescos y sanos adquiridos de la agricultura familiar, lo que también contribuye a la generación de ingreso y desarrollo de las economías locales.
Los componentes para la implementación de las escuelas sostenibles son:
- articulación intersectorial y participación social: Involucramiento de la comunidad educativa,
- la adopción de menús escolares adecuados y saludables, y de acuerdo a la cultura local,
- educación alimentaria y nutricional (huertos escolares pedagógicos),
- la reforma de la infraestructura escolar, cocinas, comedores, bodegas,
- la compra directa de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar. Estas compras se organizan con la participación de la comunidad y promueven el desarrollo de la economía y la calidad de vida local.
Planeta 3. El Año Internacional de las Frutas y Hortalizas y FAO.
El año 2021 fue declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas como el Año Internacional de las Frutas y Verduras). Los objetivos de esta declaratoria son:
- sensibilizar a nivel mundial sobre la importante función que desempeñan las frutas y las hortalizas en la nutrición humana, la salud con su contribución a una dieta y un estilo de vida equilibrado, la seguridad alimentaria y para el logro de los ODS de las Naciones Unidas
- promover dietas saludables para fortalecer nuestros sistemas inmunitarios en la crisis sanitaria que estamos afrontando a nivel mundial por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19),
- llamar la atención sobre la necesidad de reducir las pérdidas y desperdicios en el sector de las frutas y verduras y, al mismo tiempo reducir el impacto medioambiental, y fomentar estilos de vida más saludables,
- mejorar la infraestructura y las prácticas agrícolas apoyando a los pequeños agricultores en medio de los desafíos relacionados con la mejora de la producción y las cadenas agroalimentarias,
- promover las frutas y las hortalizas como una forma de crear cultivos comerciales para los agricultores.
Conjunción de planetas
Tal como lo dice la Dra. Najla Veloso, Coordinadora Regional del Proyecto de Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, este proyecto fomenta la participación de gestores de diversas áreas además de educación, tales como salud, agricultura, planificación y desarrollo social, desde una perspectiva de transversalidad e intersectorialidad de los programas de alimentación escolar de la región.
Para ello se requiere facilitar un dialogo con múltiples actores para establecer una buena política de alimentación escolar sostenible. Esta no será posible sin la intersectorialidad y la gobernabilidad, con compromisos asumidos. Estos espacios permiten que la alimentación escolar se enmarque en políticas públicas nacionales adecuadas con el concurso de todos los sectores involucrados.
Nos preguntamos si:
- en medio del Año Internacional de las Frutas y Hortalizas, alimentos indispensables para una alimentación saludable, la cual es esencial para una seguridad alimentaria plena, año enmarcado en el Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición (2016-2025) y el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar (2019-2028),
- cuando conscientes del mal funcionamiento de los sistemas alimentarios mundiales, la importancia de la nutrición para transformar los mismos es insoslayable dada la estrecha relación de la nutrición con la salud humana y planetaria, y que los sistemas alimentarios, el clima y la nutrición guardan una relación intrínseca, (*)
- cuando se prepara una Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios como parte del Decenio de Acción para alcanzar los ODS de aquí a 2030, que pretende poner en marcha medidas nuevas y audaces para avanzar en el logro de los 17 ODS, cada uno de los cuales depende hasta cierto punto de sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.
- cuando el PMA ingresará a Venezuela y proporcionará comidas a niños de educación preescolar y especial, abordará rehabilitación y reforzamiento de cantinas y comedores escolares, así como la generación de capacidades en materia de seguridad e inocuidad alimentaria para el personal de las instituciones educativas, premisas muy relacionadas con el Proyecto de Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe de FAO, en el que también participa el PMA.
- Cuando FAO lideriza y acompaña todas estas importantes acciones,
(*) Nutrir el Futuro, Programas de Alimentación Escolar Sensibles a la Nutrición en América Latina y el Caribe. Un Estudio de 16 Países. Programa Mundial de Alimentos (2017).
…nos preguntamos si será posible en esta intervención del PMA en Venezuela que las frutas y hortalizas sean componentes obligatorios dentro de la planificación de los alimentos y los menús que serán servidos diariamente a los niños en la etapa de educación preescolar, etapa en la que un plato nutritivo genera un impacto para toda la vida, y período además importantísimo para la determinación de las preferencias alimentarias y hábitos saludables para el resto de la vida.
En otras palabras, ¿será posible que las frutas y hortalizas sean parte estructural de lo que se conoce como “cadena alimentaria en la escuela”, aunque esta sea a nivel de educación inicial como sería el caso en esta intervención del PMA?
¿Será posible en medio de una aguda crisis de combustible que hace tambalear la producción de alimentos nacional y golpea duramente las operaciones de cosecha y transporte desde el campo hasta la ciudad?
¿Será posible, además en plena pandemia de COVID-19, cuando la vulnerabilidad de la población venezolana, entre ella por supuesto , la de nuestros agricultores, es muy grande, y todos nos sentimos desamparados sin que exista un plan de vacunación conocido ni en perspectiva?
De nuevo, como lo dice la Dra. Veloso, es necesario que las F&H sean parte de la institucionalidad, en este caso, del plan del PMA en Venezuela para niños en educación inicial. Para ello se requiere diálogo entre todos los actores para ofrecer F&V todos los días, y voluntad, una clara intencionalidad de querer aportar F&V a estos niños pequeños.
Para cerrar un fragmento del informe del “Programa Mundial de Alimentos en Ecuador. Nuestro trabajo en 2017”
Producción sostenible en el campo: Modelo de compras locales.
La vinculación de pequeños agricultores a mercados institucionales es una manera de enlazar directamente a productores y consumidores, promoviendo una producción limpia y reduciendo la cadena de intermediación. Es así como los pequeños agricultores de las provincias de Carchi, Imbabura, Esmeraldas y Sucumbíos están en el centro del modelo de compras locales desarrollado por WFP en Ecuador. A través de este modelo, los productores locales suministran productos frescos y cultivados localmente a los centros educativos para la preparación de almuerzos escolares. En Sucumbíos, los padres de familias se convierten en proveedores de los alimentos, lo que implica que el modelo se adapta y ajusta a los contextos sociales en las áreas de intervención. Con un énfasis en la promoción de los derechos y la igualdad de género, WFP prioriza asociaciones con un alto porcentaje de mujeres, enfatizando su liderazgo en los procesos de toma de decisiones. En este sentido, 58 por ciento de los productores socios de WFP fueron mujeres. En 2017, 20 asociaciones de pequeños agricultores, conformadas por 480 productores, se unieron al reto de alimentar las mentes de miles de niñas y niños. Por medio de esta asociación exitosa, los alimentos producidos por pequeños agricultores complementaron los almuerzos escolares de 17,750 niñas y niños en 177 centros educativos. Los menús escolares son creados, considerando el contexto local, por nutricionistas de los gobiernos locales en coordinación y con el apoyo del equipo de nutrición de WFP. La vinculación de pequeños productores a otros mercados alternativos se amplía en cada contexto. Por ejemplo, en Carchi, las asociaciones de pequeños agricultores han sido incluidas como proveedores en los programas del Gobierno Autónomo Descentralizado.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
Fotos de la composición:
- © 2020 AP Photo/Ariana Cubillos.
- Simoncito de la UBV instalará un conuco escolar.
2 Comentarios
Juan comerma
Pienso es una gran oportunidad para la agricultura urbana en Venezuela para desarrollarse y ayudar muchísimo al programa mundial de alimentos y al mayor desarrollo de frutas y hortalizas con ese propósito. Juan Comerma
Mirador Salud
Muchas gracias Profesor Comerma por su comentario. En efecto es así. Ojalá se pueda usar toda la capacidad logística, y empuje del PMA para apoyar esta iniciativa. Ellos tienen gran experiencia en esos aspectos.. Saludos cordiales. María S. Tapia