Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell tuvo éxito al probar en ratones una novedosa estrategia para eliminar la dependencia de la nicotina. El estudio fue publicado en la revista Science Translational Medicine, en junio de 2012.
La idea que yace detrás de este objetivo es impedir que la nicotina llegue a los receptores del cerebro de los fumadores, la causa de la adicción, mediante su neutralización por anticuerpos anti-nicotina.
Hasta ahora las estrategias existentes han producido resultados inconsistentes ya que es difícil mantener el nivel de anticuerpos en la sangre debido a su corta duración, por lo que entonces se requieren múltiples inyecciones.
Según el comunicado de prensa de la universidad, la estrategia diseñada por investigadores del Weil Medical College, la Escuela de Medicina de la Universidad de Cornell, consistió en producir una vacuna genética de manera que el propio organismo pueda producir continuamente los anticuerpos a partir de una única dosis.
Lo investigadores construyeron un vector, no perjudicial para la salud, con capacidad para expresar un anticuerpo monoclonal capaz de bloquear o secuestrar la nicotina en el torrente sanguíneo y prevenir que llegue al cerebro y al corazón.
A diferencia de las anteriores estrategias probadas, lo más novedoso de este estudio es que la secuencia genética incorporada en el vector, responsable de producir el anticuerpo, es también capaz de incorporarse a las células hepáticas o hepatocitos e inducir la producción del anticuerpo anti-nicotina en el organismo. Es decir, a partir de una dosis única, el hígado de los ratones pudo producir continuamente el anticuerpo y, de esta manera, se mantuvo el nivel de anticuerpos que bloquean la nicotina.
La secuencia genética del anticuerpo anti-nicotina fue creada por ingeniería genética por el Dr. Jim D. Janda del Instituto de Investigación Scripps y uno de los coautores del trabajo.
Los resultados mostraron una reducción de nicotina a niveles de 15% en el cerebro de los animales vacunados después de administrarles la nicotina. Así mismo, la cantidad de nicotina secuestrada en la sangre fue 7 veces mayor en los ratones tratados llegando a niveles de 85% de los anticuerpos bloqueados. Además, en los ratones tratados, la vacuna también bloqueó las alteraciones que produce la nicotina como la presión arterial, actividad del corazón y la actividad motora.
El Dr. Ronald Crystal, investigador líder del grupo, comentó al respecto: “Nuestra vacuna permite que el cuerpo produzca sus propios anticuerpos monoclonales contra la nicotina, y de esta manera, se desarrolla una inmunidad funcional”.
Se necesitan repetir estos estudios en ratas y primates para luego proseguir con los estudios en humanos.
Irene Pérez Schael
Un Comentario
Consuelo Lopez
Este avance contra las personas dependientes del cigarrillo, es fantastico.
Cuando tenga un resultado definitivo, me interesa su aplicacion y comercializacion,
de tal manera de adquirirlo y aplicarlo a alguien muy querido que NO puede dejar
de fumar. Gracias, por esa informacion.