Los últimos artículos de nuestra editora Pérez-Schael me instaron a reflexionar sobre algunos de los planteamientos del neurocientífico y filósofo Antonio Damasio en relación con éstos y con otros temas publicados en MiradorSalud.
En una de sus charlas, Damasio la inicia anunciando que centrará su ponencia en la pregunta ¿Para qué sirve la felicidad? Se responde para mantener “la vida”. Plantea que “el objetivo de la vida es construir algo nosotros mismos, algo creado con nuestros sentimientos, con nuestra consciencia. El hecho de que seamos capaces de reflexionar sobre lo que nos sucede, es lo que nos permite darle sentido a nuestra vida. Y la felicidad es el elemento crucial para lograr este propósito”.
Seguidamente, pasa a compartir lo que para él es felicidad, aun siendo difícil de definir considera que es un “estado del ser, tanto físico como mental. Éste depende de tres componentes principales: bienestar, placer y reflexión personal que se hace sobre el estado que se está sintiendo”. Hace énfasis en la importancia de este último elemento como “la habilidad – más allá del bienestar y del placer que se esté sintiendo – de pensar sobre el hecho de que algo les sucedió o les está sucediendo en ese momento, para poder sentir felicidad”. Es decir que es necesario enfocarse en el “aquí y ahora” para experimentar la consciencia reflexiva.
Este planteamiento de Damasio, prácticamente le dio un sacudón a mis últimas referencias y escritos. Me tomó de sorpresa el peso o importancia de la “reflexión sobre lo que estamos sintiendo” para poder sentirnos felices. Muchos de nosotros, vivimos día a día pautados por una agenda llena de pendientes. Ansiosos por borrar tareas de la lista, apenas terminamos con una, la chequeamos y rápidamente pasamos a la siguiente. No hacemos la necesaria pausa para reconocer no sólo lo que hemos hecho, sino también registrar el sentimiento de agrado de ese momento. A la larga, inconscientemente vamos incrementando el vacío de nuestra apreciación sobre lo que hacemos o de nuestros esfuerzos por lograrlo.
En unas cuantas prácticas dentro de artículos de MiradorSalud, he sugerido a modo de reflexión que reconozcamos lo que hemos logrado, para asimilar la experiencia a plenitud y en el mejor de los casos convertirla en hábito. Antes de estas prácticas se recomienda tomarse un pequeño espacio para centrarse o practicar la atención plena (mindfulness). Sin embargo, generalmente este tipo de reflexiones no es incorporado en nuestro hacer cotidiano. De aplicar la teoría de Damasio y pensar sobre su importancia, la situación es más grave o dañina de lo que parece. Podemos sentirnos bien físicamente y estar contentos de haber podido lograr lo que nos propusimos, pero si no hemos asimilado internamente cómo nos sentimos en el momento, no nos sentiremos felices con lo que acabamos de hacer. Ese mensaje de nuestro cuerpo no fue enviado, ni recibido por nuestro cerebro.
Esa retroalimentación además es acumulativa. Si momento a momento, no realizamos la auto-reflexión respectiva, reconociendo el valor de cada una de esas situaciones, vamos mermando nuestra capacidad de sentir felicidad y terminamos sintiéndonos empobrecidos, con una disminuida capacidad de generar nuestra propia felicidad y el sentido que tiene vivir la vida que estamos construyendo.
En varios artículos de MiradorSalud se ha hablado de mindfulness o de consciencia plena, estupendas referencias para sentirnos mejor y evolucionar como personas. Pienso, que, aun cuando la práctica de mindfulness nos permite centrarnos, el planteamiento de Damasio tiene mayor alcance y profundidad. Se trata a fin de cuentas del significado que le otorgamos a nuestra vida y dentro de la cual, la felicidad experimentada es de capital importancia.
Esto no quiere decir que carezcamos de momentos o situaciones en las cuales, por razones ajenas a nuestra voluntad como tener un problema de salud, nos sintamos algo tristes o apesadumbrados y, en consecuencia, el mensaje que nuestro cuerpo le envía a nuestra mente es que estamos mal o no todo lo bien que quisiéramos. Por ello Damasio nos precisa que nuestros sentimientos tienen valencias positivas y negativas. Cuando nos sentimos deprimidos o desmotivados es el momento para recordar que el objetivo de la vida es edificable por nosotros mismos y que tenemos la potestad de hacer eco de esto conscientemente a través de nuestros sentimientos. Así, motivados por la búsqueda de la felicidad podemos asumir actitudes distintas y accionar respuestas que le den mayor significado a nuestra vida.
Emociones y sentimientos
Creo que social y culturalmente hay una tendencia a confundir estos términos. También estamos más familiarizados con el término de emociones que con el de los sentimientos. Quizás se deba a que en estas últimas décadas ha habido un auge del tema de la inteligencia emocional, de la regulación emocional y de la conexión entre emociones y salud mental. Por curiosidad hice dos búsquedas en Google sobre noticias acerca de emociones y de sentimientos. No me sorprendió que los resultados respecto a emociones fueran casi el doble (13.300.000) que los que aludían a sentimientos (6.920.000).
Repasemos por un momento las definiciones de ambos conceptos. Las emociones son reacciones psicofisiológicas asociadas a la activación de neurotransmisores, con las cuales respondemos, externa e inconscientemente para adaptarnos, a distintos estímulos percibidos, bien sea objetos, lugares, sucesos o recuerdos importantes. Es difícil ocultar estados de miedo, ira, alegría, sorpresa, disgusto, tristeza. Se puede decir que actuamos el miedo y luego sentimos el miedo. Los sentimientos, en cambio, son el resultado de procesos mentales que ocurren inmediatamente después de experimentar una emoción. Sin embargo, es importante acotar que los sentimientos pueden perdurar más en el tiempo, en cambio, la emoción es de corta duración. Cuando el cerebro procesa la emoción y la persona toma consciencia del estado anímico que ésta le ocasiona, se genera un sentimiento. Es importante recordar que los reportes mentales que nuestro cuerpo genera incluyen también aquellas funciones producto de la homeostasis de nuestro cuerpo para mantener su equilibrio vital. Los mensajes de hambre, dolor o malestar, generados por nuestro cuerpo no son generalmente expresados externamente, aunque en ciertas situaciones pudiéramos expresar exteriormente estas sensaciones, como bien se explica en este artículo de MiradorSalud.
¿Estás incrementando tu bienestar y felicidad?
El tercer componente en la definición de felicidad por Damasio, “la reflexión personal que se hace sobre el estado que se esté sintiendo”, me motivó a revisar diferentes fuentes y constatar si este componente era incorporado en las recomendaciones ofrecidas para promover y mantener nuestro bienestar. Además cómo lo acotamos arriba es importante enfocar la atención para poder hacer este tipo de reflexión.
Lamentablemente ninguna de las seis fuentes que consulté incluyeron este tercer componente del centrarse y reflexionar internamente en los aspectos considerados como cruciales para crear nuestro bienestar. Les brindo una síntesis de los aspectos recomendados, elaborada como un pequeño cuestionario, añadiéndole el aspecto reflexivo y así aumentar nuestro reservorio de felicidad.
En este cuestionario no hay respuestas correctas o incorrectas. Lo importante es que te asegures de estar tomando medidas para cuidar tu bienestar y por ende de tu felicidad. Si encuentras que hay áreas que necesitas mejorar, no dudes en buscar ayuda o desarrollar nuevas estrategias para mantener tu bienestar emocional o mental. La mejor forma de activarnos cuando nos sintamos carentes de bienestar, satisfacción o placer es recordar que la felicidad es la generadora de vida y así podremos motivarnos para buscar cambiar lo que estamos sintiendo y enviar este nuevo mensaje a nuestro cerebro.
- ¿Te tomas tiempo para cuidar de ti mismo/a y hacer actividades que te relajen y reduzcan tu estrés? (Por ejemplo, hacer ejercicio, meditar, pasar tiempo con tus seres queridos o dedicarte a tus hobbies favoritos). Cada vez que finalices alguna de estas actividades, cultiva el hábito de dedicar un momento para centrarte y conectarte con la activación, relajamiento o placer que estés sintiendo en tu cuerpo y literalmente decirte lo feliz que te sientes por haber hecho algo para aumentar tu bienestar.
- ¿Incluyes entre tus actividades cultivar conexiones sociales saludables y buscas apoyo en ellos cuando lo necesitas? Mantener relaciones positivas con amigos y familiares puede ayudar a prevenir el aislamiento social, el cual puede afectar negativamente nuestra salud mental. Busca mejorar tus habilidades sociales y de comunicación. Esto puede ayudarte a establecer relaciones saludables y positivas con otros. En ocasiones, la vida nos trata duramente por distintos motivos, nos enfermamos, sufrimos un percance o pérdida inesperada y en consecuencia sentimos una baja física/emocional. Efectivamente, nuestro depósito de felicidad se ha mermado. Debemos entonces hacer la pausa de enfocarnos para tomar plena consciencia de nuestro estado deficitario y recordar que tenemos los recursos internos y externos para recobrar nuestro bienestar, placer o satisfacción. Este pensamiento alentador enviará un mensaje positivo a nuestro cuerpo, nos sentiremos mejor y podremos elaborar y enviar esta nueva respuesta esperanzadora de vuelta a nuestro cerebro.
- ¿Identificas los factores que te causan estrés y desarrollas estrategias para manejarlos? Por ejemplo, establecer límites al relacionarnos con otros, aprender habilidades de manejo del tiempo o buscar ayuda profesional para abordar problemas subyacentes. Algunas prácticas recomendadas que puedes incorporar en la vida diaria son escribir un diario, hacer ejercicios de respiración profunda o hablar con un amigo con el cual puedas ser vulnerable. También son útiles las destrezas para resolver problemas y optimizar el manejo del tiempo. De nuevo reitero – como lo hago cuando les sugiero alguna práctica en los artículos – que hagan una pequeña pausa para centrarse y agradecerse por lo que hicieron. Ahora, según Damasio, con un nuevo aliciente, el cual es que estaremos aumentando nuestra capacidad para ser felices y nuestro reservorio de felicidad.
- ¿Tienes el hábito de hacer actividades placenteras y nutritivas para ti? Hacer cosas que nos gustan y que nos dan placer es una forma importante de promover nuestro bienestar y salud mental. Esto puede incluir pasar tiempo al aire libre, leer un libro, escuchar música, ver una película, entre otras cosas. Recuerden siempre contactarse con lo que están sintiendo y enviar el mensaje a su cerebro para poder “materializar” esta pequeña cuota de felicidad. Es frecuente para muchas personas que estos actos amorosos para con nosotros mismos no las pongamos en agenda y por lo general quedan relegadas y luego borradas por los “deber ser” acumulados. Una práctica que les brindo a personas con una agenda muy apretada de tareas es que se tomen un tiempo en el fin de semana para planificar lo que tienen pautado para siguiente semana. Empezar por apartar un tiempo a la semana para una cita amorosa personal, según las posibilidades reales para hacerlo. Inícienlo una hora a la semana, o media hora antes de empezar las tareas del día. Ya verán cómo se sienten al darse esa atención y no olviden enviarle el mensaje especial a su cerebro centrándose primero e informándole lo bien que se sintieron. Tomen nota de esa actividad para repetirla en otra ocasión o para agendarla periódicamente.
Espero que este artículo les sea de utilidad. Siempre agradecida por su lectura y a la orden por mi página web para comentarios y sugerencias.
Jeannette Díaz
Fotografía: Verónica Benavides de Unsplash
Nota sobre la autora: Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a profesionales creativos, arquitectos y emprendedores a cerrar la brecha entre sus expectativas y logros alcanzados. Página web de Jeannette Díaz.
2 Comentarios
Alicia Ponte Sucre
Un artículo maravilloso cuyo contenido es una clase maestra de yo conmigo y para mi, para poder ser mejor para los demás. Muchas gracias
Jeannette
Mil gracias Alicia a ti, por tu comentario. Me contenta que te sea útil este recordatorio para incrementar nuestro bienestar y relaciones con los demás.