Un grupo de investigadores del prestigioso Instituto Walter y Eliza Hall para investigación médica, situado en Parkville, Victoria, Australia descubrió como las células dendríticas, las primeras células que reconocen a las cosas que nos agreden biológicamente, reconocen a las células muertas o alteradas. Los resultados pueden abrir el camino para una nueva generación de vacunas, las cuales serían más eficientes y tendrían menos efectos secundarios.
El equipo involucró a 27 investigadores, que incluía a inmunólogos, bioquímicos y biólogos estructurales. Los resultados fueron publicados en la prestigiosa revista Immunity, el 5 de abril de 2012.
Dos investigadoras del grupo, Mireille Lahoud e Irina Caminschi, habían identificado previamente a una proteína denominada Clec9A, la cual es un receptor de superficie de células dendríticas perteneciente a la Familia de receptores 9A con dominio de lectina tipo C. Este receptor le permite a la célula dendrítica identificar a células alteradas o moribundas.
En el estudio, el grupo demostró que Clec9A reconoce y se une a fibras de actina, componente fundamental del citoesqueleto celular. La actina se expone a ser reconocida solo cuando la membrana celular está dañada o destruida. La unión de Clec9A con actina induce una vigorosa respuesta inmunitaria.
Los investigadores argumentan que la creación de vacunas con agentes patógenos que se unan a Clec9A engañarían a las células dendríticas y estas responderían con una respuesta inmunitaria muy efectiva contra el agente invasor. Las nuevas vacunas requerirían de cantidades menores de antígenos de los agentes patógenos, no necesitarían adyuvantes (moléculas que estimulan la respuesta inmunitaria) y tendrían menos efectos secundarios.
Prof. Félix J. Tapia
Fuente: Penny Fannin, Oficina de Prensa del Walter & Eliza Hall Institute, publicado el 06 de abril de 2012.