Preámbulo: Estamos en Navidad, pero ¿cómo vamos en cuanto a la epidemia los venezolanos?
En nuestro país se ha establecido una cuarentena discontinua llamada sistema 7+7, en la que se alternan las restricciones durante 1 semana durante la cual solo se permite la actividad de sectores priorizados como servicios básicos, alimentación, salud y transporte, con flexibilización de las medidas la semana siguiente.
Sin embargo, desde el lunes 5 de octubre el país inició una nueva semana de flexibilización, prevista en el esquema 7+7 pero en una nueva etapa, la 7+7 plus, para culminar el año 2020. La misma incluye mejorar y perfeccionar los tratamientos para que no haya muertes por covid-19 y lograr bajar el número de contagios en octubre, noviembre y en diciembre. De modo que Nicolás Maduro dixit “podamos celebrar el 24 con medidas especiales y el 31 con pernil. Estamos pensando en las navidades felices con pandemia”. Adicionalmente, el 15.10.2020 se decretó el inicio de la Navidad en Venezuela.
Antes de entrar en el tema de Navidad, insisto en que los venezolanos quisiéramos conocer los resultados de la evaluación de este sistema y de su eficacia epidemiológica. Las estrategias cíclicas y adaptables de salidas de cuarentena para suprimir COVID-19 y permitir la actividad económica han sido propuestas por ejemplo, por científicos del Instituto Weizmann de Israel. Mediante modelos matemáticos muestran que un horario cíclico de trabajo de 4 días y bloqueo de 10 días, o variantes similares, puede prevenir el resurgimiento de la epidemia al tiempo que proporciona empleo a tiempo parcial. El ciclo empuja el número de reproducción R por debajo de uno al reducir el tiempo de exposición y al explotar el período de latencia del virus: los infectados durante los días de trabajo alcanzan el pico de infecciosidad durante los días de cuarentena. El número de días laborables se puede adaptar en función de las observaciones. En todo momento, debe continuarse con la higiene, el distanciamiento físico, la compartamentalización, las pruebas y el rastreo de contactos. Este marco conceptual, cuando se combina con otras intervenciones para controlar la epidemia, puede ser muy útil para muchos sectores económicos.
Por otra parte, hemos visto en Europa una estabilización y descenso de los casos y ahora hay repuntes muy peligrosos, segundas olas. Pero para determinar una nueva ola, endurecer acciones o aflojarlas, se identifican cosas, se definen situaciones, se hacen pruebas, todo, con parámetros muy específicos, los cuales no se ven ni se dan en Venezuela.
Hemos sido observadores del caso de España y las discusiones dadas para imponer el estado de alarma, toques de queda, restricciones de movilidad y de reunión, confinamientos, etc. La disputa entre el gobierno central y la comunidad de Madrid fue muy mediática con fuerte sesgo de intereses políticos sobre los criterios epidemiológicos, sin embargo, pareció zanjarse con una “una acción coordinada de salud pública”.
Finalmente, como lo dice el artículo de Carlos E. Cué “la realidad se impone de nuevo a la política. Tras cuatro meses negando que el estado de alarma fuese necesario para controlar la pandemia, los pésimos datos de la segunda ola han forzado al Ejecutivo a reactivar ese instrumento constitucional.”
Léase bien, los pésimos datos. Datos. Datos. Estamos hablando de datos.
Ahora bien, ¿de qué hablamos? ¿qué criterios se emplean para que municipios de más de 100.000 habitantes de toda España cierren sus fronteras?
- El primero de ellos es la incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes. Cuando la incidencia a 14 días supere los 500 casos por cada 100.000 habitantes.
- El segundo, que la “positividad” de las pruebas PCR en la ciudad supere el 10%. Este indicador mide qué porcentaje del total de las pruebas diagnósticas realizadas en una zona —excluyendo los cribajes masivos— tiene un resultado positivo.
- El tercer y último criterio es que “el 35% de las camas UCI” de la comunidad estén ocupadas por pacientes infectados por el coronavirus”.
¿Cuáles son los criterios que se emplean en Venezuela?
Al menos esos que se mencionan arriba no se mencionan en esta tierra de gracia.
Para cerrar con el caso España, el Gobierno pretende una prórroga para más de seis meses, hasta el 9 de mayo de 2021. El objetivo es llegar a 25 contagiados por 100.000 habitantes. Ahora España está en 368, con varias comunidades marcando cifras mucho más altas. Pero hay algo más: el plazo de seis meses no es inamovible si los datos mejoran.
Ajá, de nuevo los datos. Los datos. Los datos
Camino a la Navidad con flexibilización. Posibilidad de aglomeraciones
Vayamos al punto que forma parte del título del artículo. En un escenario de anuncio de “suavización” que incluye una Navidad decretada desde el 15 de octubre, se están infiriendo tiempos de proximidad de fiestas, que, con anuncios de aplanamiento de la curva y disminución de números de casos, hacen que la sensación de seguridad con respecto al SARS-CoV-2 y las posibilidades de relajamiento social y trasmisión comunitaria aumenten.
Controlar la transmisión comunitaria de covid-19 es la mejor manera de proteger a las sociedades y economías hasta que las vacunas y tratamientos seguros y efectivos estén disponibles.
En todos los países, a medida que se empieza a percibir o a ser informado oficialmente que la epidemia se está estabilizando, que los casos están bajando y se flexibilizan las medidas de cuarentena, hay que tener presente algo muy importante: El virus continúa presente, infectivo y contagioso. Si se olvida esto, ocurren las nuevas “olas”.
Resulta entonces esencial continuar con las medidas de prevención:
- Uso correcto de mascarillas
- Distanciamiento de 2 metros
- Lavado de manos y evitar tocarse la cara y
- Evitar factores de riesgo
Un factor de riesgo lo constituyen los eventos y las congregaciones, al punto que OMS y los Centers for Disease Control de USA han elaborado lineamientos para proteger aún más a las personas y comunidades y prevenir la propagación de COVID-19, pues al relajar las medidas, es muy probable que una persona entre en contacto con otra que está infectada, y que sea asintomática, y comienza una cadena de transmisión.
Recordemos que el SARS-CoV-2 se propaga a través del contacto cercano por gotas balísticas y aerosoles emitidas por una persona infectada y la transmisión a mayor distancia ocurre a través de aerosoles.
Un aerosol es una partícula (solida o liquida) que puede quedar suspendida en el aire y que se dispersa con corrientes de aire. Cuando alguien tose, habla o incluso respira, lanza pequeñas gotas respiratorias al aire circundante. La más pequeña de estas gotitas (los aerosoles) puede flotar durante horas y portar coronavirus si la persona está infectada. Cuando una persona habla en voz alta, grita, canta, expele más aerosoles y también más gotículas, y su mascarilla se compromete. Los aerosoles se convierten en una vía de transmisión muy relevante en ambientes con poca ventilación, pero aun en espacios abiertos, las corrientes de aire también las dispersan. Las gotitas balísticas infectan por impacto y los aerosoles infectan por inhalación.
Entonces, si se está pensando en algo como los tradicionales bazares navideños, eso es una aglomeración, por lo que es esencial tomar en cuenta medidas básicas como el control de los aforos, el distanciamiento, no hablarse de cerca, aunque se tenga la mascarilla, no confluir a un mismo tiempo sobre un mismo punto de atención -sea una estantería o una mesa con productos y artículos navideños-, usar gel hidroalcohólico, hablar en voz baja.
Veamos cómo se catalogan los riegos de acuerdo a los CDCs:
- Por congregación se refiere a un evento planificado o espontáneo, en interiores o exteriores, en el que participa una pequeña cantidad o una gran cantidad de personas como eventos comunitarios, conciertos, festivales, conferencias, desfiles, bodas o eventos deportivos.
- Cuanta más interacción haya entre las personas en una congregación y más tiempo interactúen, mayor es el riesgo de infectarse por el COVID-19 y mayor es el riesgo de propagación del COVID-19.
- Cuanto mayor es el nivel de transmisión en la comunidad en el área donde se celebra la congregación, mayor es el riesgo de propagación de COVID-19 durante dicha congregación.
- La capacidad del evento o la congregación debería determinarse de acuerdo con las leyes y regulaciones estatales, locales, territoriales y tribales.
El riesgo de propagación de COVID-19 en eventos y congregaciones aumenta de la siguiente manera:
- Riesgo más bajo: actividades, eventos y congregaciones únicamente virtuales.
- Más riesgo: congregaciones presenciales más pequeñas al aire libre en las que los miembros de diferentes hogares mantienen una distancia de al menos 6 pies (1,8 m), usan mascarillas, no comparten objetos y provienen de la misma área local.
- Mayor riesgo: congregaciones presenciales de tamaño mediano que están adaptadas para permitir que las personas puedan mantener una distancia de al menos 6 pies (1,8 m), con asistentes que provienen de otros lugares, fuera del área local.
- Riesgo más alto: congregaciones presenciales más grandes donde resulta difícil mantener una distancia de al menos 6 pies (1,8 m) y los asistentes provienen de otros lugares, fuera del área local.
Entonces, estas son cosas que deben tomarse en cuenta si se piensa hacer un evento navideño, que pueden ayudar a tomar decisiones informadas.
María Soledad Tapia