La Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) en la búsqueda de Osama Bin Laden en Pakistán, utilizó como coartada un programa de inmunización simulado para dar con su paradero. La decisión de la CIA para seguir esta estrategia se produce después de una ola de ataques de los talibanes a vacunadores contra el polio en ese país.
La CIA reclutó un médico paquistaní, Shakil Afridi, para buscar información de inteligencia antes de la redada a la residencia de Bin Laden en 2011 y usó como encubrimiento un falso programa de inmunización contra la hepatitis B, con el objeto de conseguir muestras de ADN de mujeres para confirmar la presencia de Bin Laden en el sitio.
Es interesante recordar cómo fue la operación y la historia de Afridi. En la casa muy grande de Abbottabad donde fue encontrado Bin Laden, vivían dos hermanos con sus mujeres e hijos y un tío misterioso que estaba enfermo. A esta casa nadie podía entrar. El 21 de abril de 2011, comenzó una jornada de vacunación contra la hepatitis B buscando en el vecindario de la casa mujeres entre 15 y 45 años para tomarles una muestra de sangre que sería utilizada para saber si tenían anticuerpos contra la hepatitis B mediante una prueba rápida; luego vacunaban a las personas que fueran negativas en la prueba. Así llegó a la casa el Dr. Afridi compañado por 2 enfermeras. La CIA no estaba segura de si allí residía Bin Laden y tenían que confirmarlo. Solamente el médico conocía de la operación. Afrifi, reclutado por la CIA en 2008 en un taller en Peshawar, donde residía, siempre negó, como era de esperarse, que tomara las muestras de la familia de Bin Laden. Sin embargo, las enfermeras si dijeron que aparentemente pudieron tomar una muestra de una mujer que podría tener la edad de la hija de Bin Laden. Esto ayudó a pronosticar el paradero de Bin Laden. Cuando se conoció de este hecho Afridi fue preso por su participación y las enfermeras fueron también castigadas.
El 16 de Mayo de este año, Lisa Monaco, Asesora en Seguridad Interna del gobierno de Obama, en una carta dirigida a los decanos de las Escuelas de Salud Pública de doce de las más prestigiosas universidades de los Estados Unidos, les comunicó la decisión de la CIA, tomada en 2013, de no utilizar los programas de inmunización en sus actividades y tampoco obtener o utilizar ADN u otro material genético en sus programas. Esta carta fue en respuesta a una misiva de los decanos dirigida al presidente donde protestaban la acción de la CIA en Pakistán y le expresaban su preocupación por los programas de inmunización contra la poliomielitis.
A raíz de conocerse lo acontecido con la CIA, arreció la desconfianza de los talibanes y aumentó la violencia contra los vacunadores, amén de prohibir el programa en las áreas en conflicto. Entre diciembre de 2012 y abril de 2014, más de 60 trabajadores en el programa de polio han sido asesinados.
La situación de Pakistán ha afectado enormemente el programa mundial de polio. Desde enero hasta el 28 de mayo de 2014, se han detectado en territorio paquistaní 67 casos de polio comparados con 9 ocurridos en el mismo período del año anterior. Existen otros dos países que son actualmente endémicos para el virus de polio, Nigeria y Afganistán, pero en lo que va de año, ellos han presentado solamente 3 y 4 casos, respectivamente. Lo que quiere decir que el 91% de los infectados con polio provienen de Pakistán. Nigeria, que había sido un problema, ha reducido sus casos de 24 a 3. Además, la situación ha empeorado porque el virus se ha exportado ha sido a 5 nuevos países donde había sido eliminada la enfermedad. En vista de lo cual, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se vio obligada a tomar medidas extremas en relación a este repunte de polio y emitir un comunicado contentivo de las pautas para contener esta propagación, en el cual se recomienda vacunar a todo el que tenga que viajar fuera de los países contaminados con polio salvaje, particularmente Pakistán. Es decir, esta situación es una emergencia pública internacional para la OMS.
El vocero de la CIA, Dean Boyd, comentó: “Al dar a conocer esta noticia, nuestro objetivo es disipar la excusa que los talibanes han utilizado como justificación de sus cobardes ataques contra los vacunadores”, publicó la BBC.
Para los talibanes existen otros obstáculos para prohibir las inmunizaciones, además de que los programas son utilizados como espías de otros gobiernos, existen los mitos relacionados con las creencias de que las vacunas causan esterilidad o el VIH. El problema es más complicado que el espionaje de la CIA.
Esta compleja situación es analizada por Rafia Zakaria, una periodista que ha seguido este problema y por Zulfiqar Bhutta, médico pakistaní y académico experto en polio, en una entrevista que les hizo Amy Goodman en la web Democracy Now .
La periodista Rafia Zakaria comenta: “En Pakistán ahora se puede ver una tormenta perfecta, donde existen una variedad de hechos que coliden entre sí, causando una tremenda emergencia de salud…”. Ella habla de tres factores: el falso programa de inmunización de la CIA para recolectar ADN, la agresión de los talibanes contra los trabajadores de salud y el tercer factor es la falta de financiamiento para dichos programas con un salario muy bajo para los trabajadores de salud que son los que enfrentan en la primera línea a los talibanes. Según Zakaria, estos factores han creado una nueva situación cuando hace tres años Pakistán estaba cerca de erradicar el polio.
Bhutta comienza apoyando a Zakaria al referirse que en Pakistán existe una tormenta perfecta entre una serie de hechos y la falta de confianza del público en los programas de vacunación. Sin embargo, añade: “…no creo que la culpa del fracaso de la erradicación del polio se deba enteramente al episodio de Bin Laden, deplorable como fue y que ocurrió en un momento en que teníamos que construir la confianza del público y no al revés”. Continúa Bhutta describiendo el contexto: “Lo que ha ocurrido en Pakistán es que virtualmente existe una guerra civil en algunas partes del país, especialmente en las área tribales controladas por los talibanes y bajo la Administración Federal, donde nadie puede entrar. Y como resultado, ha sido imposible vacunar a una gran cantidad de niños y las personas que se desplazan, transportan el virus a las zonas vecinas”… “Así que hay un vínculo muy estrecho entre el programa de polio en Pakistán y las barreras de los conflictos y las guerras”. Añade: “Como se puede imaginar, en las partes del mundo en donde el virus se ha propagado o a re-emergido son también áreas donde ha habido un conflicto y el deterioro de la atención primaria y de los servicios de salud: Somalia, Siria, Irak por el aislamiento reciente del virus y en partes de Afganistán”.
El Dr. Bhutta concluye: “Por lo tanto, creo que es importante reconocer que estamos tratando de erradicar una enfermedad a nivel mundial, en medio de situaciones muy adversas, en las cuales hay una serie de factores, incluido el conflicto, el declive de los servicios de salud pública, la desinformación, que fueron inflamadas por incidentes como el de Shakil Afridi-CIA y también el hecho de que la situación lamentablemente se ha politizado”. Los talibanes están utilizando la polio como un vehículo para las negociaciones políticas al declarar que solo permitirán las campañas de vacunación si se detienen los ataques de los aviones no tripulados, programa que está paralizado también.
Con respecto a las medidas de la OMS, Bhutta piensa que no serán muy efectivas debido a que eso requiere de mucha inversión en vacunas, en infraestructura para vacunar a los viajeros que son muchos y en recursos humanos. El piensa que sería más útil focalizar el programa en las zonas en riesgo como Waziristan y la ciudad de Karachi y fortalecer los programas en la comunidad.
Esto es un ejemplo del esfuerzo de lo que significa mantener los programas de inmunización en áreas de conflictos y zonas depauperadas para erradicar una enfermedad del planeta que nos beneficiará a todos y cada uno de nosotros. Es importante tomar conciencia de lo vulnerable que pueden ser los programas de inmunización y de lo crítico de sus costos en recursos humanos, vacunas e infraestructura. Es una responsabilidad global que requiere de enfoques racionales, equilibrados y sistémicos si se quiere avanzar en salud en nuestro planeta.
Nota: MiradorSalud abordó el tema en el 2013: Erradicación de la polio: ¿Una realidad cercana?
Irene Pérez Schael