¿Puede ocurrir que los padres lleguen a cegarse ante algo tan evidente como es el sobrepeso de sus hijos? Pues ocurre, y algo peor también ocurre: es posible que los padres tampoco perciban, ni se preocupen mucho por la obesidad de sus niños, pensando que es algo normal: cauchitos y grasita de bebés y de niños, que desaparecerá con el crecimiento.
Estas observaciones están comprobadas científicamente. Veamos algunos estudios:
-Universidad de Gothenburg, Suecia. 13/03/2014. Los resultados de un estudio europeo de padres de más de 16.000 niños entre 2 y 9 años muestran que uno de cada dos padres de niños con sobrepeso cree que el peso de sus niños es normal. Cuatro de diez padres de niños con sobrepeso u obesidad están incluso preocupados porque sus niños pueden adelgazar.
-University of Nebraska-Lincoln, USA. 4/2/2014. Un nuevo meta-análisis de 69 estudios a nivel mundial muestra que 50% de los padres sub-estiman el peso de sus hijos obesos o con sobrepeso.
-Universidad de Pennsylvania, USA. 6/08/2012. Un estudio, que forma del 2006 China Health and Nutrition Survey (CHNS), investigó niños y jóvenes, con edades entre 6 y 18 años, de 9 provincias chinas, confirmó que la obesidad en China está en ascenso, y tanto los padres como los mismos niños, tienden a subestimar su peso.
-American Heart Association (AHA). 23/03/2011.De acuerdo a estudios de la AHA, niños con sobrepeso y sus madres con sobrepeso u obesas, sub-estiman su peso corporal, pensando que realmente pesan menos.
-University Medical Centre Groningen. Dinamarca, 29/02/2010. En un estudio con más de 800 padres de 439 niños, casi la mitad de los padres de niños obesos y casi 75% de los padres de niños con sobrepeso, pensaban que sus hijos tenían un peso normal.
El primer trabajo citado, realizado en Suecia, es una tesis doctoral, en la que se pregunta a los padres que describieran sus propias preocupaciones sobre el sobrepeso o bajo peso de sus hijos. Las percepciones de los padres se compararon con las mediciones reales de los niños.
Entre otras conclusiones, sorprendentemente, alrededor del 40 % de los padres de niños con sobrepeso y obesidad se preocupan porque sus hijos pueden llegar a tener bajo peso. Mientras que los padres de niños que ya tienen bajo peso, sólo el 33 por ciento tiene esta preocupación.
Uno de cada dos padres de un niño con sobrepeso en Europa Central y del Norte, percibe el peso de sus hijos como normal. En el sur de Europa, la misma cifra fue de 75 por ciento.
En el estudio de la AHA se preguntaba a los padres su edad, ingreso mensual, factores de riesgo cardiovascular y percepciones de su tamaño corporal, empleando imágenes de siluetas que se correspondían IMC específicos: bajo peso, normal y sobrepeso. También se registró la talla, peso y el IMC de los niños.
Se encontró que 65,8 % de las madres eran obesas, 38,9 de los niños era obesos, 86% de los niños obesos y con sobre-peso y 81,8 % de las mujeres obesas sub-estimaban su peso y pensaban que sus hijos obesos tenían un peso normal.
Los niños seleccionaron imágenes corporales más grandes que las seleccionadas por sus madres para describir una imagen saludable o ideal para una mujer. 41,4 % de los niños del estudio pensaban que sus mamás debían perder peso.
Otras conclusiones generales de los estudios, de acuerdo al meta-análisis:
1. Las percepciones de los padres no han cambiado con los años, a pesar que la tasa de obesidad ha aumentado a nivel mundial y en sus países.
2. Los padres de niños más pequeños son los que menos perciben que sus niños pueden tener sobrepeso u obesidad.
3. Los padres son menos precisos en juzgar el tamaño de sus hijos, y si tienen hijos con peso normal, piensan que están delgados o de bajo peso.
4. Los padres que tienen ellos mismos sobrepeso, son los más imprecisos en estimar el peso de sus hijos.
Los resultados de estos estudios nos llevan a una reflexión importante ya que la forma como los padres perciben el peso de sus hijos es de gran importancia para poder promover un desarrollo de peso saludable durante el crecimiento.
Ya que la percepción de los padres de la obesidad de sus hijos aumenta al tiempo que el niño crece y cuando empiezan a preocuparse puede ser tarde, se pierde la mejor oportunidad para intervenciones tempranas.
El peso en la edad preescolar puede pasar de sobrepeso a obesidad sin que los padres se pongan en alerta y se hagan los cambios de estilo de vida necesarios
Puesto que muchos padres simplemente no ven el aumento de peso mientras el niño crece, sería sumamente importante que pudiesen obtener una información objetiva sobre el desarrollo de sus hijos de parte de los centros materno infantiles y de centros de salud escolar. Una medida sencilla podría ser la introducción de una rutina de seguimiento y mostrar siempre a los padres la curva del índice de Masa Corporal (IMC) de sus niños.
Los pediatras deben estar alertas de esto y advertir a los padres para que se tomen medidas a tiempo y se promueva la adopción de hábitos saludables.
Como parte de los estudios, los investigadores organizaron discusiones de grupo con niños y padres. En las conversaciones, los padres insistieron en que existen muchos obstáculos para poder mantener hábitos alimentarios saludables como son las largas jornadas de trabajo, las limitaciones financieras y la disponibilidad constante y “marketing” de alimentos y bebidas poco saludables.
Otro problema que se planteó fue que otros miembros de la familia, como los abuelos, rompen las reglas establecidas en el hogar, dándoles golosinas y refrescos a los niños. Los padres también hicieron hincapié en ejemplos que promueven buenos hábitos alimentarios, como son las guarderías y las escuelas que sirven comida saludable.
La obesidad además, se ha convertido lamentablemente en una norma aceptable en algunas familias.
De acuerdo a estos estudios, las estrategias para vencer la epidemia de obesidad deben incluir estas percepciones que se convierten en barreras para combatirla y hasta para cuando los niños deban empezar regímenes para perder peso, para lo cual necesitan el apoyo y convencimiento de sus padres.
Aquellos niños entre 2 y 5 años que tienen sobrepeso, tienen 5 veces más posibilidad de ser obesos a los 12 años que sus pares que no tienen sobrepeso. Por otro lado, la obesidad en adolescentes es altamente predictiva de problemas de peso en la adultez.
Entonces, a tratar de sincerarnos ante el espejo y ver a nuestros propios hijos con ojos críticos y de manera objetiva.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
Un Comentario
A. Silva G
Felicito a mirador salud. por tan buena e interesante información en su web-site, a efectos de presente articulo es totalmente verdad y se vive día a día, los padres no perciban, ni se preocupan mucho por la obesidad de sus niños. De hecho un tiempo atrás alrededor de 2007 la AAP informo en uno de sus documentos oficiales que no era conveniente categorizar de sobrepeso u obeso al niño Considero Que tanto el sobrepeso como la Obesidad no es una gracia sino una enfermedad Gracias al equipo de mirador salud por este espacio
A. Silva G