El 15 de agosto de 2023 publicamos en MiradorSalud este artículo: Un proyecto que nos informará sobre el consumo de frutas y hortalizas en una muestra de población de la Región Capital de Caracas, Venezuela. En el mismo comentábamos que desde su Programa de Seguridad Alimentaria, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN), decidió abordar el tema del consumo de frutas y hortalizas, cuyos últimos datos se remontan al año 2015, a través de un proyecto titulado “Una contribución al conocimiento de tendencias que determinan el consumo de frutas y hortalizas en una muestra de la Región Capital de Venezuela”, que busca obtener información mediante la aplicación de una encuesta electrónica, sobre tendencias de patrones de consumo y aspectos de accesibilidad, asequibilidad y sostenibilidad, en relación a frutas y hortalizas (FyH), a partir de una muestra de hogares de cinco municipios (Libertador, Sucre, Baruta, Chacao y El Hatillo), de la Región Capital. Se contó con la colaboración de la Fundación 5 al día Venezuela.
Llegó ahora el momento de contarles los resultados en detalle.
Resultados del consumo de frutas hortalizas y determinantes identificados
El cuestionario aplicado incluyó preguntas para estimar el consumo promedio de FyH sobre la base de la frecuencia semicuantitativa del consumo de alimentos y la cantidad consumida considerando una porción estándar de FyH de 80 g. Igualmente se inquirió sobre el color de las FyH consumidas, las más consumidas de acuerdo al color, el patrón de consumo de frutas y hortalizas con base en prácticas en el hogar como, por ejemplo, aquellas para reducir el desperdicio, la higiene y forma de consumo, y la disponibilidad de FyH en las escuelas.
Los resultados indicaron que el consumo promedio de FyH de los hogares caraqueños encuestados fue 197,9 g/persona/día y que este consumo varió según el municipio, el número de personas del hogar, las condiciones socioeconómicas y el grado de instrucción del jefe del hogar y de la madre:
- El Estrato I duplicó el consumo (290 g/día) de los Estratos III-V (140 g/día).
- En los municipios Baruta y Chacao, el consumo de FyH de los hogares fue mayor a 230 g/día, mientras que en el municipio Libertador el consumo fue de 181 g/día.
- Los hogares con tres o menos miembros consumieron más del doble de la cantidad de FyH (216 g/día) que aquellos con 7 o más integrantes (99 g/día).
- 87% de los hogares con niños informaron que sus hijos no acceden a FyH en las escuelas.
- Se evidenció la monotonía en la selección y consumo de frutas y hortalizas. Las opciones de FyH que se seleccionaron y adquirieron fueron limitadas, con las frutas amarillo-naranja y las hortalizas para aliños como las más consumidas: zanahoria, tomate, y cebolla.
- La mayoría de los hogares encuestados informaron evitar el desperdicio frecuente de FyH.
- La mayoría de los hogares encuestados informó lavar las FyH, y retirar la piel para comerlas.
El cuestionario aplicado incluyó preguntas relativas a la asequibilidad de las FyH y su relación con el ingreso mensual del hogar, el gasto mensual en FyH, y el consumo y gasto según ingreso, encontrándose lo siguiente:
- En 42 % de los hogares encuestados, el gasto total mensual en FyH no superó $30 (16 % < $15, y 26 % entre $16 y $30) con lo que solo podían consumir entre 85 y 154 g/día respectivamente.
- La mayoría de los hogares de Baruta y El Hatillo tuvieron mayores ingresos y realizaron gastos más elevados en FyH, mientras que en Libertador fue todo lo contrario.
- El consumo y gasto en FyH fue mayor en los hogares donde la madre tenía un nivel educativo universitario.
- El consumo de FyH aumentó a medida que se incrementó el ingreso del hogar y el gasto en FyH.
- El gasto en FyH en el hogar resultó ser independiente de la edad del jefe del hogar.
Adicionalmente, algunas preguntas permitieron identificar e interrelacionar ciertas prácticas de consumo de FyH y economía familiar:
- 17 % de los hogares informó no comprar FyH y 75 % de los hogares que informaron no comprarlas pertenecían los estratos III al V.
- 76 % informó comparar precios de las FyH para ahorrar dinero, 74 % compró FyH de temporada y 65 % realizó compra semanal de FyH.¡
- 88 % de los hogares que gastó $15 o menos al mes en FyH tendió a comparar precios, mientras que, de todos los hogares que no compararon precios, 35 % gastó 60 dólares o más en FyH (el límite superior empleado).
- 80 % de los hogares en Libertador informó comparar precios de las FyH, mientras que 30 % de los hogares de Chacao no lo hizo.
- 84 % de los hogares del estrato I informó ser quienes más aprovechan la compra de FyH de temporada (mientras que en los estratos III al V, lo hacía solo 62 % de los hogares.
- 9 % de los hogares del estrato I informó realizar la compra de FyH de forma semanal.
Se inquirió igualmente sobre el lugar de compra de las frutas y hortalizas:
- Las ferias, es decir mercados informales, fueron preferidas por 75 % de los hogares del municipio Sucre y 59 % de los hogares de Libertador.
- Los supermercados fueron preferidos por 53 % de los jefes de hogar hombre, y más del 73 % de los hogares de Baruta y El Hatillo, así como por el estrato I.
- Los mercados populares formales fueron la opción de más de 26% de los hogares de los municipios Libertador y Chacao, de 28 % de los hogares con jefe de hogar entre 41 y 60 años, así como de 40 % los hogares con 7 o más miembros.
- Los vendedores locales representaron una opción para el 28 % de los hogares en los estratos III al V y el 25% de los hogares del municipio Libertador.
- La adquisición en huertos no se asoció significativamente a otra variable.
Algunas preguntas relacionadas con sencillas prácticas de sostenibilidad permitieron identificar estos comportamientos generales:
- 84 % informó revisar la nevera o despensa para saber cuáles y cuántas FyH necesitan comprar.
- En el municipio El Hatillo, 93 % de los hogares informó no revisar la nevera antes de la compra, mientras que 16 % y 13 % de los hogares de Sucre y Libertador no lo hacen.
- 75 % no estaba dispuesto a comprar FyH magulladas o feas, aunque estén aptas para el consumo humano.
- Los más dispuestos a comprar frutas “feas”, pero en buen estado fueron los hogares con 7 o más miembros (45 %), un ingreso inferior a $100 (25 %) y un gasto en FyH < a $15 (28 %).
- 56 % informó no consumir los tallos u hojas de las hortalizas como brócoli, remolacha, etc.
- Los hogares que usualmente informaron consumir los tallos y hojas de las hortalizas son aquellos que gastan más de $30 en FyH (> 42 %) y que pertenecen al estrato II (43 %).
Dentro de las prácticas de sostenibilidad se preguntó sobre: a) usos de FyH en deterioro: 49 % las utilizó en otra preparación, 33 % las tiró a la basura, 13 % las utilizó para alimentación animal, 3 % las donó o regaló; b) uso de los sobrantes de FyH: 28 % informó que no sobran, 26 % tiró los sobrantes a la basura, 18 % las guardó, 18 % las reutilizó, 15 % las usó para alimentación animal, y 11 % para abono; y c) sobre frecuencia de desperdicio de FyH en los hogares encuestados: 44,8 % informó nunca desperdiciar y 53,3 % a veces.
- El municipio El Hatillo destacó por concentrar la mayor cantidad de hogares con un desperdicio frecuente de FyH (5 %), mientras que 56 % de los hogares en Sucre nunca las desperdició.
- 51 % de los hogares con jefe de hogar mayor de 60 años informó nunca desperdiciar FyH.
- Los hogares con un ingreso superior a $300 informaron desperdiciar FyH con 26 % más de frecuencia.
- Los hogares más pobres son los que informaron menor frecuencia de desperdicios.
Se preguntó, además, a) qué preparaciones empleaban para aprovechar FyH (p.ej. jugos y batidos 36 %, mermeladas 18%, postres/dulces 18 %, ensaladas y encurtidos 6 %; y b) la disposición a participar en un curso virtual sobre aprovechamiento de alimentos (58 % sí, 24 % tal vez y 18 % no).
Conclusiones
- El consumo de frutas y hortalizas de los hogares caraqueños encuestados fue de un promedio de 197,9 g/persona/día, que se encuentra por debajo de la recomendación mundial (400g). Esto representa un consumo insuficiente de micronutrientes (vitaminas y minerales), fibra, y compuestos bioactivos benéficos no nutrientes, con posibles efectos perjudiciales en la nutrición y la salud. Este consumo está determinado por el estrato social de los hogares: El Estrato I duplica (290 g/día) el consumo de los Estratos III-V (140 g/día)
- El número de miembros promedio por hogar (3,2 personas) es menor al promedio del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 4,2 personas por hogar. Un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición (OVSAN) en 2021 ha reportado una disminución en el tamaño de los hogares en Venezuela, encontrando que los hogares tenían en promedio 3,3 miembros, valor muy cercano al obtenido en este estudio.
- El consumo de frutas y hortalizas en los hogares encuestados varía a) según el municipio: (> 230 g/día en Baruta y Chacao, 181 g/día en Libertador); b) el número de personas del hogar (hogares con tres o menos miembros consumen 216 g/día y con 7 o más integrantes 99 g/día); y condiciones socioeconómicas como el grado de instrucción del jefe del hogar y de la madre.
- El que la mayoría de los hogares con niños (87 %) informe que sus hijos no acceden a FyH en las escuelas genera preocupación. El consumo regular de FyH es especialmente importante para los niños en edad escolar, ya que contribuye a su crecimiento y desarrollo adecuados. Los menús escolares deberían incluir una variedad de FyH frescas y de temporada para fomentar el consumo de estos alimentos entre los niños. Además, se debería proporcionar información y educación sobre la importancia del consumo de FyH para la salud y el bienestar.
- Se evidenció la importancia de educar a la población en aspectos nutricionales, de sustentabilidad y aprovechamiento de las FyH.
- El ingreso mensual del hogar, el gasto mensual en FyH, y el consumo y gasto según ingreso están estrechamente asociados. En un mes, 16 % de las familias encuestadas gastó menos de $15 en FyH, y 26 % gastó entre $16 y $30, todo esto en un contexto en el que 68 % de los hogares encuestados tiene un ingreso inferior a $300 (30 % de los hogares gana $100 o menos), y 59 % de los hogares con jefe de hogar universitario o alto comerciante informó ingresos económicos inferiores a $300. Esto resulta en un ingreso insuficiente para cubrir la canasta alimentaria en general y los requerimientos de energía y nutrientes de calidad por parte de la población venezolana.
- Aunque la muestra está conformada mayormente por hogares de Caracas de estrato socioeconómico medio-alto: Estrato I: 13 %¸ Estrato II: 55 %, con un nivel educativo de la madre de 58 % universitario, solo 32% de los hogares gana > $300. Entonces, si estos son los resultados para el segmento medio alto de la población de Caracas, preocupan los otros sectores de la población con condiciones menos ventajosas en términos de educación, ingresos y condiciones de vivienda.
- A pesar de las limitaciones del estudio, el mismo abre la posibilidad de elaborar planes generales en el país para mejorar la calidad de la dieta del venezolano en todos los sectores de la población por parte de todos los grupos de interés: gobierno, sector privado, consumidores.
Los invitamos a leer el documento del informe en detalle en este link:
Una contribución al conocimiento de tendencias que determinan el consumo de frutas y hortalizas en una muestra de cinco municipios de la Región Capital de Venezuela
María Soledad Tapia
2 Comentarios
Alicia Ponte Sucre
Querida Marisol:
Gracias por este paneo tan exhaustivo y completo sobre el panorama de consumo de frutas y hortalizas en nuestra querida ciudad capital. es una nota de alerta muy importante para todos, que deberían guiar nuestra conducta en este nuevo año. Especialmente como mencionas el final a fin de hacer planes a nivel general que permitan generar una dieta más sana para los venezolanos. Una mejor dieta implica una mejor salud.
Gracias querida Marisol.
Abrazo fuerte
Mirador Salud
Gracias Alicia por tus comentarios.
MiradorSalud se enriquece con ellos y con tus aportaciones.
Una dieta saludable es esencial para la salud y lss frutas y hortalizas son componentes indispensables de una dieta saludable, a la que duele
renunciar por su elevado costo y a la inexistencia de apoyos para adquirirlas a través por ejemplo, como se hace en muchos países, de bonos o cupones que solo pueden redimirse en frutas y hortalizas: «Un bono para frutas y hortalizas contra la mala alimentació», para usar uno de los slogans clásicos de los programas sociales del gobierno, sin hablar de guerra y esas cosas.
Ojalá se puedan incorporar al menos en las comidas escolares.
Muy agradecidos con tus valoraciones querida Dra. Ponte-Sucre.