La lucha para erradicar la poliomielitis del mundo ha sido compleja y ha durado más de lo que se pensaba. Esta es una enfermedad incurable y terrible por sus secuelas. Solo se previene con una vacuna. Si ésta existe, entonces – ¿por qué no se obtiene el éxito esperado?
Para fines de 2012, cuando finalizó el último plan diseñado para acabar con este virus, se notificaron 223 casos, cifra que representó una disminución de 66% o 427 casos menos que los reportados en 2011. La mayoría (97%) correspondió a casos de países endémicos y solamente seis ocurrieron en países no endémicos o los llamados casos importados.
Es importante ahondar un poco más en estas cifras. Los números están distribuidos en tres países endémicos (Nigeria con 122; Pakistán con 58 y Afganistán con 37) y en dos países no endémicos (Chad con 5 y Niger con 1 caso). Sin embargo, el análisis comparativo con lo ocurrido en 2011 muestra que Pakistán redujo sus casos 71% y Afganistan 54%, mientras que Nigeria incrementó la incidencia de polio en 49%.
A pesar de los notables progresos de la lucha contra la poliomielitis, ya que la enfermedad se ha reducido en 99%, pocos casos nuevos de polio salvaje constituyen un peligro para la humanidad porque pueden ocasionar epidemias, como la que sucedió en China en 2011, país que no había presentado la enfermedad desde 1999, y en Nigeria en 2003, epidemia que se extendió a 15 naciones africanas. Estos hechos implicaron un retroceso importante en esta batalla. Así que no se pueden detener los programas de inmunización hasta no haber eliminado todos los casos nuevos de polio salvaje e interrumpir su transmisión durante varios años. En ese momento, se entraría en la etapa de post-erradicación de la poliomielitis, que exige otro tipo de estrategias.
En la última década, la Fundación Bill y Melinda Gates y los Rotarios Internacionales han invertido mucho dinero y esfuerzo para lograr la erradicación de la poliomielitis.
Sin embargo, muchas han sido las dificultades que han impedido llegar a la meta deseada; tales como factores culturales y condiciones de los sistemas de salud de los países.
Por ejemplo, en Nigeria, todavía existe la sospecha en la comunidad musulmana de que la vacuna es parte de un complot de occidente para esterilizar a los niños, así lo comenta Jane Dreaper, una corresponsal de salud de la BBC en ese país.
En su relato ella es optimista y agrega: “existen motivos para tener optimismo, nuevas energías están coincidiendo en las campañas de vacunación como es el uso de satélites para rastrear a los niños que puedan escaparse de ser vacunados”. También cuenta que un multimillonario nigeriano, Aliko Dangote, se ha involucrado en esta lucha. El mismo Ministro de Salud dijo:”Si no erradicamos la polio, consideraré que mi legado ha sido un fracaso” y añade: “la erradicación de la polio es factible. Otros países lo han hecho – así que nosotros podemos hacerlo en Nigeria”.
La revista The Lancet, en su número 381 de enero de 2013, le dedicó su editorial a la tragedia que vive Pakistán y los reveses que ha tenido que enfrentar el país en sus campañas contra la polio. A mediados de diciembre de 2012, nueve trabajadores de la salud fueron asesinados mientras cumplían su trabajo y el 1ro de enero, seis trabajadores y un médico fueron asesinados a tiros en poblaciones donde todavía prevalece la infección por este virus. La mayoría de los trabajadores eran mujeres.
Así mismo, en ese país los talibanes impiden la vacunación en represalia al uso de los aviones no tripulados por los Estados Unidos. El editorial plantea que la inseguridad y la inaccesibilidad de los programas de vacunación son los principales obstáculos para darle el empujón final a esta lucha sin tregua.
Desde que se creó en 1988 la Iniciativa Global para la Erradicación de la Polio (GPEI por sus siglas en inglés) se han planificado diversas estrategias con fecha señalada para alcanzar la meta y erradicar esta enfermedad del planeta. El próximo plan se definió para el período 2012-2018. Esperemos que se pueda lograr antes de la fecha pautada. Con este fin se programó un plan de emergencia que implica intensificar y focalizar las acciones para detener la transmisión viral en los tres países endémicos.
La GPEI es una organización pública-privada, donde participan la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Rotarios Internacionales, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), creada con el fin de terminar con la poliomielitis en el mundo. Tienen 24 años operando en 200 países y han contado con 20 millones de voluntarios e invertido más de 8.2 billones de dólares.
Irene Pérez Schael