“La evidencia científica sugiere que muchas infecciones de ébola son asintomáticas, lo cual es un factor pasado por alto en los informes y proyecciones del brote de ébola actualmente en progreso. En particular, los resultados serológicos de un antiguo brote de ébola (en Gabón, África Central), mostraron que el 71% de las personas que resultaron seropositivas no desarrollaron la enfermedad; otro estudio registró que el 46% de contactos cercanos asintomáticos de pacientes con ébola salieron seropositivos. Aunque las infecciones asintomáticas son poco probables de ser infecciosas, las mismas podrían conferir inmunidad protectora y por lo tanto, tener consecuencias epidemiológicas importantes.”
Así comienza una carta publicada online por expertos, en The Lancet, el 14 de octubre de 2014. El trasfondo del mensaje es el siguiente: Si una significativa proporción de la población que está expuesta al virus del ébola nunca sucumbe a la enfermedad ni tiene síntomas de la infección, entonces, estos individuos tendrían inmunidad adquirida hacia el ébola, por lo que las estrategias para la intervención y el tratamiento de la enfermedad deberían ser reconsideradas, y estudiar y utilizar los individuos inmunes, sin esperar a contar con una vacuna, para reducir la propagación de la enfermedad, lo cual abriría nuevas posibilidades de control.
Los investigadores instan a las autoridades de salud pública a llevar a cabo una investigación inmediata para determinar cuan común podría ser la inmunidad al ébola. ¿Cuántas personas se han infectado sin desarrollar síntomas o propagar la enfermedad? ¿Son ellos propensos a estar protegidos de futuros brotes?
La investigación tiene que realizarse lo más pronto posible, no sólo para que cualquier hallazgo pueda ser de utilidad en el gran brote actual, y hacer una diferencia y salvar vidas, pero además, porque sólo durante un brote se puede estar seguro de encontrar individuos que son inmunes: «El grado de inmunidad protectora después de la infección asintomática y la identificación de los marcadores serológicos de la inmunidad protectora sólo puede abordarse definitivamente en entornos con riesgo de transmisión en curso.»
Entonces, si la infección sin enfermedad protege a las personas de infecciones de ébola y de la enfermedad propiamente, la enfermedad debería declinar antes que lo que ha sido proyectado, y afectar a un menor número de personas.
Proyecciones.
De acuerdo a la OMS la situación del Ébola en Africa Occidental va a empeorar si no se produce una respuesta global pronta y a gran escala.
Para dar luces sobre este aspecto, una nueva investigación de modelado, publicada en The Lancet Infectious Diseases el 24 de octubre de 2014, muestra que, sin reforzar y expandir las medidas de control, para Montserrado, Liberia, se proyecta para antes del 15 de diciembre de 2014, la enorme cantidad de 170.996 casos totales de Ébola (reportados y no reportados) con 90.122 muertes. El estudio estima que de éstos, 42.669 casos y 27.175 muertes habrán sido reportadas para ese momento.
Sin embargo, la expansión rápida de medidas de control a ser tomadas a partir del 31 de octubre, como son: 4.800 camas hospitalarias adicionales, un aumento de cinco veces en la velocidad con la que se detectan los casos (por ejemplo, a través de la localización de contactos), y la asignación de los kits de protección para los cuidados en el hogar, podría prevenir nada menos que 97.940 casos para el 15 de diciembre.
De retrasarse la toma de estas medidas para el 15 de noviembre de 2014, como mucho podría evitarse casi la mitad de los casos de la enfermedad: 53.957.
Por otro lado, los Centers for Disease Control han empleado un modelo predictivo que estima que para enero del año 2015, el número de casos de Ébola excedería el medio millón (considerando los casos reportados, y de incluirse los casos no reportados, la cifra podía ser de 1,4 millones), duplicándose cada 20 a 40 días de no implementarse medidas de prevención y de control, efectivas y rápidas, sobre todo teniendo en cuenta aspectos álgidos como el hecho que la enfermedad está en expansión en Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Claro que la gran noticia de la semana pasada fue la declaración -por parte de la OMS- que Nigeria y Senegal, están libres de ébola, al alcanzar cada país los 42 días sin nuevos casos de ébola, un período tras el cual la OMS puede declarar a un país libre del virus. Esto se puede considerar “un raro ejemplo de victoria frente al letal virus”, sin embargo, «si se deja una brasa ardiente, un caso sin detectar, la epidemia podría volver a encenderse».
Aquí se demostró que la aplicación de las técnicas correctas a la velocidad adecuada pueden funcionar, y se tuvo lugar una extraordinaria historia de trabajo médico detectivesco al identificar y rastrear a todos quienes tuvieron contacto con el primer caso de ébola en Nigeria: Un pasajero liberiano que al llegar al país fue hospitalizado y tratado por malaria en una clínica privada. Mientras se confirmó que era ébola, la infección ya se había propagado a 11 trabajadores sanitarios, 4 de los cuales murieron.
¿Individuos inmunes para qué?
De acuerdo a la carta en The Lancet, los individuos asintomáticos puedes disminuir la propagación de la enfermedad de dos maneras: podrían ser reclutados como “cuidadores” en comunidades de alto riesgo, evitando exponer a otros que no son inmunes, y por otro lado, su inmunidad natural podría hacerlos candidatos ideales para donar sangre para transfusiones.
El reclutar a estas personas inmunes podría ser preferible al utilizar a los supervivientes de la enfermedad de ébola sintomático, porque los sobrevivientes pueden experimentar traumas psicológicos o estigmatización y además, ser menores en número – considerando las proporciones de asintomáticos sugeridos en estudios previos, y a la baja tasa de supervivencia de los casos sintomáticos
Según a la Organización Mundial de la Salud, al 25 de octubre habían más de 10.000 casos de ébola en ocho países afectados: 4.655 en Liberia, 3.896 en Sierra Leona, 1.553 en Guinea, 20 en Nigeria, cuatro en Estados Unidos y uno en Senegal, España y Malí. Del total de 10.141 infectados, han muerto 4.922. Usted puede seguir las actualizaciones regulares y la hoja de ruta de la OMS en el link anteriomente señalado.
La enfermedad ha tenido un efecto demoledor en los profesionales de la salud, con un estimado de 427 infectados y 236 muertos.
La auxiliar de enfermería española, Teresa Romero, quien contrajo la enfermedad en un hospital de Madrid hace algunas semanas, dio negativo en una segunda prueba de detección del virus practicada el martes 21 de octubre, lo mismo que las dos enfermeras estadounidenses infectadas, una de las cuales fue recibida y abrazada por el presidente Obama en la Casa Blanca el 24 de octubre. Entretanto en la superpoblada NuevaYork apareció el primer caso: el médico estadounidense que había viajado a Guinea con Médicos sin Fronteras. Esto llevo a cambiar el protocolo de manera que todo personal sanitario que regrese de las zonas afectadas debe entrar en cuarentena.
En momentos cuando cada día que transcurre sucede algún evento relacionado con la epidemia de ébola, MiradorSalud ha publicado sobre el tema desde el inicio del brote.
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MiradorSalud desea igualmente referir a sus lectores al Centro de Recursos para el Ébola (Ebola Resource Centre) en el que pone a disposición de los investigadores y trabajadores de la salud lo publicado en todas las revistas del grupo The Lancet para ayudar a los trabajadores de la salud e investigadores que trabajan en condiciones difíciles y peligrosas combatiendo este brote de ébola, y para todos los interesados.
Maria Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
Un Comentario
Luis Fidel Avendaño
Realmente el virus Ebola no ha aprendido a sobrevivir como especie, única meta de los virus. Está hace 40 años tratando de salir de Africa, continente que le ha dado facilidades por su pobreza, falta de niveles de salud y costumbres de contacto con animales y ceremonias funerarias. El virus Ebola parece no contagiarse vía aérea, ni durante el período de incubación, ni a través de casos asintomáticos, como lo hacen muchos virus. Mata al 50% de su hospedero que le da sostén… y muere con él. Es decir, el virus Ebola es poco transmisible, pero muy letal. Se transmite cuando ya los síntomas son evidentes, lo que facilita su control. Para su mala suerte contagió unos pocos norteamericanos y européos, echándose al todo el mundo en su contra. Se han unido científicos, políticos, financistas, industria privada y entidades públicas de todo el mundo para detener la expansión del virus; comités de éticas internacionales propician avances rápidos en desarrollo de vacunas y antivirales, apresurando algunas etapas de investigación. Si la humanidad fue capaz de controlar el SARS-CoV que tenía menor letalidad pero era más transmisible, seguramente logrará detener esta epidemia. Claro que el virus tiene un buen reservorio silvestre y puede reaparecer si se dan las condiciones locales.
Es decir, el Ebola está obligando a la humanidad a organizarse, en preparación para una potencial epidemia futura, como pasó con la influenza H1N1 2009. ¡¡¡Gracias Ebola!!!