Un nuevo estudio publicado en el Journal of Infectious Diseases, en el mes de junio, muestra que la vacuna del Virus del Papiloma Humano, también llamado VPH, confiere protección y reduce la infección en 56% en las adolescentes en los Estados Unidos. El estudio comparó la prevalencia de VPH en mujeres de 14 a 19 años de edad, antes y después de introducida la vacuna en el año 2006.
“Este estudio muestra que la vacuna funciona bien y debe ser un llamado de atención a la nación para proteger a las generaciones futuras, aumentando las tasas de vacunación”, comenta Tom Frieden, Director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y añade “…por cada año de retraso, unas 4.400 niñas desarrollaran cáncer durante su vida.”, según el comunicado de prensa del CDC.
Es interesante notar que aún cuando la cobertura de inmunización fue baja, el impacto observado en este estudio fue notable y mayor que lo esperado, lo que probablemente se deba a la inmunidad de rebaño o la protección observada en los no vacunados, como fue demostrado en un estudio reciente realizado en Cincinnati. Es decir, que la vacuna protegerá a una población mayor que la inmunizada ya que la población vacunada restringe la propagación del virus.
De acuerdo al CDC , cada año, en los Estados Unidos, aparecen 19.000 cánceres en mujeres causados por el VPH en quienes el cáncer cervical es el más común y 8.000 en hombres, siendo el cáncer orofaríngeo (garganta) el más frecuente.
El VPH es la causa más común de transmisión sexual. El virus mediante el contacto sexual infecta los genitales pero también puede infectar la boca y garganta. Este tipo de infección puede ser la causa de las verrugas genitales, el cáncer del cuello uterino o el carcinoma en la orofaringe, entre otros. Aunque no todas las infecciones por VPH terminan en cáncer, no hay manera de saber quién de los infectados lo desarrollará, por lo que la prevención con la vacuna es la manera más segura de evitar el cáncer.
Existen dos vacunas disponibles en el mercado (Cervarix y Gardasil) que se aplican a mujeres y hombres a la edad de 11 a 12 años.
Los resultados de este estudio son sumamente importantes debido a que existe todavía mucha controversia con esta vacuna que se manifiesta en bajas coberturas, como ocurre en los Estados Unidos, donde solo se vacuna el 30% de las adolescentes, y en algunos países de Europa (17%). En Latinoamérica se ha introducido paulatinamente en los programas nacionales de inmunización y, por ejemplo, ya se aplica en México, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Chile, Argentina, Uruguay y en Colombia, donde se ha incorporado por etapas.
En el Reino Unido, Australia y Canadá, las coberturas de inmunización contra el VPH son altas (80-90%). Entonces ¿por qué no pasa igual en otros lugares? Una investigación reciente indica que la ausencia de una política sanitaria adecuada, como la existente en esos países, podría ser la clave. Esta política se debe enfocar más en la educación sobre la vacuna misma y sobre la seguridad, beneficios y los riesgos cuando se deja de aplicar la vacuna. El estudio concluye que los miedos a la vacuna son más mitos que realidades.
Otro estudio en los Estados Unidos sobre el tema concluye que las percepciones relacionadas a la vacuna tienen que ver con que no es percibida como necesaria o porque existe preocupación por los efectos secundarios o la seguridad de la vacuna. Otras razones para no vacunar serían que no es recomendada por los profesionales de la salud o cuando la adolescente arguye que no se es sexualmente activa y se rehúsa a ser vacunada. La desinformación pareciera ser la razón para no vacunar.
Todas estas razones deben ser tomadas en consideración a la hora de diseñar los programas de vacunación contra el VPH y se deben ajustar a las circunstancias y características particulares de cada país.
Irene Pérez Schael
2 Comentarios
geyna
excelente tu articulo te felicito, hace falta mucha informacion a los adolescentes
Salvatore Ferraro
Gracias Dra Perez por sus articulos de actualidad