Buenas noticias desde Italia: La pasta, a pesar de su reputación de “engordar”, podría ayudar a perder peso, de acuerdo a los resultados de un nuevo estudio «Made in Italy». En otras palabras, el consumo moderado de pasta parece estar vinculado a menores probabilidades de obesidad general y abdominal. Y esto no parece casual pues la relación se encontró después de analizar los datos de más de 23000 italianos de dos grandes estudios epidemiológicos, incluso geográficamente distintos, que emplean metodologías diferentes tanto para las evaluaciones antropométricas como para analizar la dieta.
De acuerdo a los investigadores, los datos muestran que cuando se come y disfruta de la pasta de acuerdo a las necesidades individuales de cada uno, sin exageraciones, este consumo contribuye a un índice de masa corporal saludable, una menor circunferencia de la cintura y una mejor relación cintura-cadera.
Es que la pasta forma parte de la dieta Mediterránea
La dieta mediterránea (DMed) tradicional es considerada como un modelo de alimentación saludable y de hecho podría ser utilizada para establecer pautas de nutrición en políticas de salud pública. En la DMed hay muchas frutas, hortalizas, granos, frijoles, guisantes y aceite de oliva, pescado y aves de corral.
Sus beneficios para la salud en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades crónicas han sido estudiados desde hace bastante tiempo.
Entre los principales constituyentes de la DMed se encuentran alimentos con alto contenido de hidratos de carbono complejos y fibra, tales como legumbres, arroz y cereales. Y precisamente los cereales representan la principal fuente de carbohidratos en la DMed, los cuales en Italia se consumen principalmente en forma de pasta.
Durante las últimas décadas se ha registrado en Italia un aumento progresivo en el consumo de carnes rojas, grasas, productos lácteos y azúcares simples, mientras que a pesar del gran esfuerzo para promover la DMed, el consumo de pasta ha disminuido ya que se considera con frecuencia como un factor dietario que debe ser restringido en un programa de pérdida de peso.
Igualmente se ha afianzado el concepto del papel contra la obesidad de una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas. Sin embargo, existe un gran debate en relación al manejo del peso corporal entre quienes promueven las dietas hipocalóricas altas en proteínas, que han sido objetadas por sus implicaciones negativas para la salud (es decir, su efecto en la función renal y salud ósea) y quienes promueven dietas bajas en grasas y estándar en carbohidratos.
La adhesión a la DMed, la cual es muy variada y no privilegia el alto consumo de proteínas parece ejercer un papel protector sobre el sobrepeso y la obesidad, en paralelo con beneficios para la salud importantes contra las enfermedades crónicas y comorbilidades relacionadas. Esto, de acuerdo a evidencia epidemiológica y clínica.
A pesar de este hecho, los componentes de la DMed no han sido estudiados en profundidad en relación a su asociación con el peso corporal y la obesidad. En particular, los datos epidemiológicos referidos a la asociación del consumo de pasta con el índice de masa corporal (IMC) y la prevalencia de sobrepeso y obesidad son todavía limitados.
De allí la importancia de este estudio: evaluar la asociación entre la ingesta de pasta y el índice de masa corporal (IMC) y la relación entre cintura y cadera, en dos grandes conjuntos de datos epidemiológicos.
Resultados
Como un componente tradicional de la DMed, el consumo de pasta se asoció negativamente con el índice de masa corporal, circunferencia de la cintura y relación cintura-cadera y con una menor prevalencia del sobrepeso y la obesidad.
Adionalmente, el consumo de la pasta se asoció positivamente con la ingesta de otros grupos de alimentos importantes incluidos en DMed como el tomate, salsa de tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, quesos y arroz.
En conclusión: Se está hablando de un componente fundamental de la tradición italiana mediterránea, y no hay razón para prescindir de él.
El mensaje final: es que la dieta mediterránea, consumida con moderación e incluyendo pastas, «es bueno para su salud.»
¡Viva Italia!
Qué triste la situación de la población venezolana cuando tantos integrantes de nuestra dieta tradicional como las arepas, las caraotas, el aguacate y tantos otros, han sido excluidos de nuestros platos por no existir disponibilidad o porque no puede accederse a los mismos por sus elevados precios.
María Soledad Tapia
maria.tapia@5aldia.org.ve
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