En MiradorSalud empezamos 2019 discutiendo un gran informe generado por la Comisión EAT-Lancet de Alimentos, Planeta, Salud, constituida para desarrollar objetivos científicos mundiales basados en la mejor evidencia científica disponible sobre el tema de dietas saludables y producción sostenible de alimentos. El informe proporciona los primeros objetivos científicos para una dieta saludable a partir de un sistema de producción sostenible de alimentos que opere dentro de los límites planetarios.
«Una dieta saludable planetaria» y «Sostenibilidad ambiental de la producción de alimentos. Otro asunto planetario»
Un año después, The Lancet acaba de presentar un interesante análisis en la sección de “Correspondencia”, el cual deseamos llevar en su totalidad a nuestros lectores. Todos somos testigos de la gran cantidad de reacciones en las redes sociales sobre cualquier tema de actualidad. La ciencia no escapa de esto. Una traducción libre de este análisis es mucho mejor que cualquier interpretación:
EATLancet vs yes2meat: la reacción digital a la dieta de salud planetaria
La producción de alimentos, el cambio climático y la salud humana están intrínsecamente relacionados. La Comisión EAT-Lancet es uno de los primeros intentos de resumir y comunicar la mejor ciencia disponible sobre lo que constituye una dieta saludable dentro de los objetivos ambientales. El lanzamiento del informe se hizo en paralelo con varios eventos internacionales de lanzamiento, incluida una campaña en las redes sociales con su propio hashtag: # EATLancet.
Aunque el informe fue recibido positivamente por medios de comunicación internacionales establecidos como The Guardian y The New York Times, también condujo a debates altamente polarizados en línea, incluida información errónea, teorías de conspiración y ataques personales junto con el hashtag # yes2meat.
Creemos que las controversias en línea asociadas con la Comisión EAT-Lancet muestran como un panorama de medios que cambia rápidamente, y la polarización, plantean serios desafíos a la comunicación científica sobre temas de salud y clima.
Para comprender el efecto de esta controversia, hemos recopilado y analizado un conjunto de datos de actividad de Twitter vinculado a EAT-Lancet y yes2meat con 4278 usuarios de Twitter y 8,5 millones de tweets (apéndice p 1). Nuestro análisis confirma que un contramovimiento digital logró organizarse rápidamente, dominando esencialmente las discusiones en línea sobre el informe EAT-Lancet de maneras interesantes y preocupantes. Nuestra conclusión se basa en las siguientes observaciones. Primero, es evidente que un contramovimiento dirigido al informe EAT-Lancet comenzó a organizarse alrededor de 1 semana antes de su fecha de lanzamiento oficial el 17 de enero de 2019. La serie temporal de tweets que mencionan EAT-Lancet y yes2meat (figura) muestra que el término yes2meat comenzó a aparecer unos días antes del lanzamiento (es decir, el 14 de enero).
Aunque # yes2meat, desde el principio, se utilizó para promover las dietas a base de carne independientemente del informe, rápidamente se convirtió en el término contra la Comisión que los opositores organizaron en línea.
Al promover activamente # yes2meat justo antes, durante y después del lanzamiento del informe EAT-Lancet (apéndice pp. 7-8), este contramovimiento tenía aproximadamente diez veces más probabilidades de ser negativo sobre el informe, que ser positivo o neutral (apéndice p 1).
Este escenario ha resultado en una amplia distribución de artículos críticos (y a veces difamatorios) en plataformas de medios alternativos (apéndice pp. 6-7).
Por lo tanto, el informe EAT-Lancet no solo provocó la difusión de un mensaje basado en la ciencia bajo el hashtag oficial # EATLancet, sino que también dio lugar a la formación de una nueva comunidad escéptica en línea que se organiza en torno a un nuevo hashtag # yes2meat (apéndice pp 2, 7 –8).
El número de tweets diarios de esta comunidad escéptica fue alto durante varias semanas después del lanzamiento de la Comisión, superando el número total de tweets que mencionan EAT-Lancet al final de nuestro período de observación (8586 tweets vs 7281 tweets; apéndice p 2).
Es importante tener en cuenta que esta difusión no fue impulsada por contenido producido automáticamente a través de los llamados bots sociales, sino por una creciente comunidad de usuarios escépticos de las redes sociales (apéndice pp. 5-6).
Como se muestra en el panel B de la figura (y como se muestra en una visualización en línea), tres comunidades en línea principales han evolucionado. Una comunidad (de color azul) apoya claramente el informe EAT-Lancet, mientras que la segunda (de color rojo) es escéptica (apéndice p 3).
Una observación importante es que una tercera comunidad ambivalente (de color amarillo) parece haberse vuelto más escéptica con el tiempo. Estos datos muestran que esta comunidad compartió (es decir, retuiteó) mensajes de la comunidad que criticaron abrumadoramente a EAT-Lancet (rojo) seis veces más frecuentemente que la comunidad de apoyo (azul) durante las semanas posteriores al lanzamiento.
Estos datos muestran la influencia del movimiento #yes2meat en las discusiones en línea sobre el informe EAT-Lancet.
Los científicos y las revistas enfrentan serios desafíos en un panorama mediático que cambia rápidamente y que es susceptible a la difusión intencional de contenido engañoso.
Las campañas de comunicación de salud son claramente susceptibles a la polarización, la llamada contaminación de contenido y la desinformación.
Los científicos y los medios científicos como The Lancet deben estar continuamente conscientes y actuar de manera proactiva para evitar la manipulación y la información errónea sobre cuestiones de importancia fundamental para la salud humana y el planeta.
Y hay más
Revisando de nuevo algunas de nuestras contribuciones del 2019 en MiradorSalud nos encontramos con un artículo sobre un tema muy importante:
Discutimos un artículo, publicado en agosto de 2019, en el British Medical Journal Nutrition, Prevention and Health, que alerta que la tendencia creciente hacia las dietas basadas en productos vegetales exclusivamente, son deficientes en colina, un nutriente muy importante, pero poco reconocido, esencial para el cerebro y sistema nervioso.
En el artículo, la autora elogia el último informe de la Comisión EAT-Lancet sobre Alimentos, Planeta, Salud, pero le preocupa la baja ingesta recomendada de colina.
La reciente publicación EAT-Lancet de 2019 ha compilado una dieta de referencia saludable, basada en una ingesta dietaria para adultos de 2500 kcal / día. Si bien esto debe elogiarse porque es el primer informe en compilar un plan de alimentación saludable basado en la promoción de la sostenibilidad ambiental, la ingesta restringida de leche entera, huevos y proteína animal podría afectar la ingesta y el estado de la colina. Por ejemplo, solo se recomiendan 7 g de carne de res y cordero, 13 g de huevo y 250 g de leche entera o derivados como el queso, aunque también se proporcionan rangos. Dada la aceleración de estas tendencias dietéticas, su impacto en la ingesta de colina es un área crucial digna de consideración y estudio adicional.
El artículo no es un trabajo de investigación, sino un bien documentado texto, de Emma Derbyshire, Ph.D., nutricionista e investigadora académica registrada del Reino Unido. El mismo levantó una avalancha de controversias, partiendo de una sumamente importante: La autora pertenece al Meat Advisory Panel y este es un conflicto de interés incontestable, que para colmo de males, no fue incluido en la publicación original por lo que la revista BMJ tuvo que rectificarlo posteriomente y ya puede leerse en Competing interests. Por otro lado, levantó en los medios una cantidad muy grande de respuestas.
Citemos solo dos:
«La crisis vegana de colina: un pseudoevento iniciado por los medios y un autor con apoyo de la industria de la carne y lácteos«, por un cardiólogo del «lado verde».
La experta en nutrición Lucía Martínez Argüelles, refiriéndose a la reacción en las redes sociales en España a este artículo, publicó en el diario “El País”:
Ese texto no solo dio lugar a noticias con titulares amarillistas, también tenemos artículos burlescos y claramente ofensivos (además de con errores técnicos graves) hacia el colectivo vegano, que no toleraríamos jamás dirigidos a otras minorías, pero que cuando ridiculizan a los veganos campan a sus anchas por la prensa nacional con la complacencia y el aplauso de demasiada gente.
En referencia al último tema, en general, una dieta vegetariana o vegana equilibrada, que incluya suplementación con B12, puede proporcionar todos los nutrientes esenciales, incluida la colina, en cantidades suficientes.
No hay duda acerca de los beneficios para la salud de seguir una dieta más basada en plantas, aunque esto no significa necesariamente que los productos animales tengan que ser excluidos por completo, y si lo hace, debe estar bien informado y asesorado nutricionalmente, lo cual no es problema en la actualidad. Lo mismo aplica a quienes excluyen de sus dietas los alimentos vegetales o los consumen en cantidades mínimas.
Con respecto a la comunicación científica, solo podemos recomendar moderación, objetividad, análisis de las fuentes, y sentido común.
María Soledad Tapia
maria.tapia@5aldia.org.ve
2 Comentarios
Lirio
Uno de los problemas actuales , entre otros , es crear un clima de incertidumbre acerca del “ ser y el deber ser “ . La manipulación de la información a creado una infodemia contra la que hay , también, que vacunarse . El antídoto está en saber buscar la información en fuentes confiables , lo cual se logra a través del discernimiento y la toma de consciencia. Todos los aspectos de la vida invitan a la reflexión. Cuando se reacciona impulsivamente , se cae en acciones poco saludables . Una actitud pro activa y asertiva te da herramientas para no caer en conflictos que afectan nuestra salud mental y física . La palabra , oral o escrita , está siendo utilizada como instrumento de dominación . Para tener una salud integral , no solo hay que cuidar lo que comemos , sino lo que leemos y escuchamos .
Mirador Salud
Excelente comentario Lirio y yo agregaría hay que aprender a pensar para dejar de actuar en automático donde no
pensamos y somos muy vulnerables a los que acontece a nuestro alrededor
Saludos
Irene