Un estudio preclínico realizados por investigadores del NIH con 3 tipos de vacunas contra el Zika ha mostrado buenos resultados. Una de las vacunas contiene fragmentos genéticos del virus (vacuna de ADN), otra de las vacunas consiste en virus purificado e inactivado y la tercera es una vacuna que usa como vector un adenovirus. Las pruebas mostraron que las vacunas inducen protección en monos, buena respuesta inmune y no causan efectos adversos. Estos prometedores resultados se unen al hallazgo reciente de un estudio donde se demostró que la inmunización contra un solo tipo de virus es suficiente para proteger contra virus distintos genéticamente. Estos logros facilitan las posibilidades de una vacuna y la convierten en una meta más sencilla y muy cerca de alcanzar. Todas estas investigaciones han sido apoyadas o llevadas a cabo por los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Igualmente, investigadores del NIH han anunciado que comenzaran a evaluar la vacuna de ADN contra el Zika en 80 adultos voluntarios sanos en tres lugares de los Estados Unidos. Esta vacuna no causa efectos porque no contiene material infeccioso. Un segundo estudio en humanos para evaluar la eficacia está planeado comenzar en enero de 2017.
Los científicos del NIH están trabajando activamente y sin descanso para desarrollar una vacuna como parte de la respuesta gubernamental ante la epidemia de este virus en América; ellos están involucrados en el desarrollo de 4 vacunas. Según Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) del NIH, el desarrollo de varias vacunas es importante porque cada una funciona por distintas vías y todavía no se sabe cuál será la más segura y más efectiva.
La comunidad científica ha emprendido una acelerada carrera contra este virus que, aunque es asintomático en el 80% de los casos, ha mostrado ser muy agresivo en ciertas circunstancias debido a su tropismo por el sistema nervioso central. Por esto Zika es causante de anormalidades congénitas muy graves durante el embarazo como microcefalias o del síndrome Guillian-Barré u otros desórdenes neurológicos.
Situación en América
Hasta el momento, según la Oficina Sanitaria para la Salud (OPS) existen 45 países y territorios que presentan transmisión local del virus, es decir que no son casos importados y en 5 países se ha demostrados la transmisión sexual. En Estados Unidos se han diagnosticado 1.825 casos que incluyen 479 embarazadas, la mayoría de ellos importados. Puerto Rico ha confirmado 8.766 casos, de los cuales 901 son en mujeres embarazadas. Sin embargo, en el estado de Florida, en Miami, se han reportado 28 casos autóctonos, lo que complica la situación y causa alarma de las autoridades porque los casos están aumentando.
Dada estas circunstancias, el gobierno de Estados Unidos recientemente anunció que transferirán 81 millones de dólares para apoyar las investigaciones sobre el Zika, que no son suficientes por lo que Obama solicitó al Congreso US$ 1.9 billones para la lucha contra el Zika.
Control del vector
El control del vector o mosquito es otra manera de luchar con el Zika. El mosquito Aedes aegypti es el principal trasmisor del Zika, Dengue, Chikungunya y Fiebre amarilla. Una de las vía para eliminar al mosquito es la utilización de mosquitos machos transgénicos que son modificados genéticamente para que al aparearse con la hembras del media ambiente su descendencia no alcance la vida adulta. De esta manera disminuiría la población de Aedes aegypti. Ya existe una compañía británica llamada Oxitec que desde hace un tiempo está interesada en hacer pruebas con estos mosquitos en Los Cayos de Florida, específicamente en Key Haven, ya que por ser una isla, sería el lugar ideal para hacer las pruebas. Sin embargo, los habitantes de la zona se niegan a que se hagan las pruebas porque no quieren ser “ratas de laboratorios” y no saben las consecuencias ambientales, a pesar de que los mosquitos macho no pican por lo que no existe ningún riesgo. Justamente, la Food and Drug Adminsitration (FDA, por sus siglas en inglés) acaba de emitir una resolución donde indican que el estudio no tendrá un impacto significativo en el medio ambiente. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa este tipo de estudios ya que involucra un nuevo enfoque para defendernos de la epidemia que está causando el Zika, declarada como alerta sanitaria. Según estudios de la compañía realizados en Brasil, Panamá y las Islas Caimanes esta estrategia reduce la población de Aedes aegypti en más del 90%, lo que los insecticidas no logran. También se ha demostrado la disminución del dengue (50%) en la población de Brasil donde fueron liberados los mosquitos. Si el estudio se realiza y funciona la tecnología podría ser aprobada por la FDA para el uso comercial del producto, lo que le daría a la compañía mucho dinero, pero también podría causar un beneficio en el control de los mosquitos que transmiten tantas enfermedades. Mientras esta controversia se resuelve hay que fumigar para eliminar el mosquito.
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Irene Pérez Schael