Que existan los movimientos anti-vacunas es ya un problema, pero que el Presidente de Estados Unidos apoye las ideas de estos grupos convierte el problema en una catástrofe en la salud pública.
Estos movimientos siempre han existido y tuvieron su clímax en el caso del Dr. Wakefield y su publicación en la prestigiosa revista The Lancet en donde relacionaba la vacuna triple viral con patologías intestinales y autismo. Aunque la revista se retractó, el daño ya estaba hecho; en aquél entonces muchos niños dejaron de ser vacunados en el Reino Unido, cuyas consecuencias se manifestaron en 2012, cuando ocurrió un brote de sarampión en adolescentes, calificado como una tragedia. Todavía, a pesar de las investigaciones publicadas que demuestran la ausencia de relación entre autismo y vacunas, continúan apareciendo brotes de sarampión, como los de California y España, y el de difteria en Venezuela que se debió a las bajas coberturas de inmunización con la triple bacteriana (DTP3).
Estas calamidades para la salud pública no debieran suceder a la luz de los avances científicos en las inmunizaciones y de las bondades demostradas que tienen las vacunas. ¡Cuántos niños se han salvado de morir gracias a las vacunas!
Por otro lado, estos padres que dejan de vacunar a sus hijos no se dan cuenta que ellos están protegidos por todos los niños que han sido vacunados en su entorno que los resguardan de las enfermedades al establecer un cerco que impide la transmisión del agente infeccioso. Sin embargo, cuando las coberturas de vacunación caen a niveles menores del 80%, este cerco se debilita y aparecen los brotes. No hay derecho que esto suceda a causa de unos pocos que quieren ejercer su libertad individual, la cual concluye cuando esta libertad causa daños a terceros.
Es de hacer notar que cualquier medicamento o vacuna, en muy pocos casos, siempre está inevitablemente asociado a reacciones adversas. Sin embargo, hay que enfatizar que toda vacuna que sale al mercado ha sido sujeta a estudios rigurosos para determinar el costo-beneficio y poder así conocer sí las reacciones no compensan el gran beneficio de la vacunas al salvar vidas.
Ahora, imaginémonos qué podría acontecer cuando Donald Trump siendo Presidente estimule este tipo de actitud en el país más poderoso, educado y que guía la ciencia del mundo manifestara ésta manera de pensar.
Experimenté una gran sorpresa al leer en la prensa, diez días antes de que Trump asumiera la presidencia, la posibilidad de que Robert F. Kennedy Jr., abogado y un abierto crítico de las vacunas, el presidente electo lo hubiera entrevistado para su posible participación en la Comisión de Vacunas con el fin de investigar sobre el tema, aunque hay que aclarar que todavía no se han tomado decisiones al respecto. Igualmente, Trump declaró que está explorando la posibilidad de investigar el autismo que afecta a tantas familias, porque piensa que existe una relación entre las múltiples dosis de vacunas y esta afección. Trump no está de acuerdo con la combinación de múltiples dosis y vacunas y piensa que debe haber más distancia entre una dosis y otra. Por otro lado, existen investigaciones que demuestran la ausencia de autismo al inyectar varios antígenos simultáneamente, como ya se mencionó en el artículo de autismo y vacunas. Y me pregunto: ¿El Presidente de Estados Unidos será una persona autorizada para opinar sobre el tema? Más aún, ¿al ocupar un cargo que debería ser ejemplo para la nación que gobierna?
La revista Science, en sus noticias, publicó una entrevista que le hicieron a Robert Kennedy Jr. justo una hora después de su reunión con Trump. Transcribo aquí parte de la entrevista: dijo Kennedy que el Presidente electo lo llamó porque “él quiere asegurarse de que tenemos la mejor ciencia en vacunas y el suministro de las vacunas más seguras que podamos tener”. Contestó ante otra pregunta “Al Presidente electo le preocupan los vínculos entre ciertas vacunas y la epidemia de trastornos de desarrollo neurológico, incluido el autismo. El tiene 5 amigos, habló de cada uno, que tienen la misma historia de un niño perfectamente sano que fue a consulta a los 2 años y recibió una batería de vacunas, aumentado la fiebre y desarrollando luego una serie de déficits en los 3 meses siguientes”… “Dijo que entendía que la anécdota no era ciencia, pero que sí hay suficiente evidencia anecdótica… que seríamos arrogantes para descartarlo. Estas fueron sus palabras. ”… “Hay alguna vacuna en particular que pudiera ser la culpable?”, le pregunta el entrevistador, a la que Kennedy responde: “ Él no sabe si es el calendario o el número de vacunas o la edad a la que se dan”. Añadió: “Hablamos mucho sobre el CDC y las maneras para aumentar la independencia de los conflictos financieros de la división de vacunas del CDC.” A la pregunta si Kennedy tiene entrenamiento o formación científica, el responde: “No. Mis antecedentes (background) es que soy un abogado ambientalista. No soy un científico. Pero tengo una experiencia, diría yo, en leer ciencia y detectar la ciencia basura, porque eso es lo que hago en la mayor parte de mi tiempo”. Kennedy se definió pro-vacuna pero piensa que se necesita una ciencia robusta y transparente y un organismo regulador independiente, refiriéndose al CDC, para la evaluación del costo-beneficio de las vacunas.
En este orden de ideas, el presidente del Instituto de Vacunas Sabin, Peter Hotez en una reciente entrevista con FiercePharma, mostró su preocupación por la reunión que tuvo Trump con activistas antivacunas, aunque dijo no estar listo para que sonaran las alarmas ante la nueva administración. Mencionó que en las próximas semanas será anunciado el nombramiento del nuevo director del CDC, un asesor científico y otros de la Oficina de Política Científica y Tecnológica. Agregó: “Una vez que conozcamos a las personas que ocuparan las posiciones claves, estaremos en una posición mucho mejor para entender en donde estamos parados”. El mismo Hotez acaba de publicar en la revista PloS un listado de artículos que refutan la vinculación entre vacunas y autismo para evitar la difusión de información errada.
Esperamos que Trump elija a los mejores, no se decida a crear esta comisión y menos aún nombrar a Kennedy miembro de la misma; al contrario insistimos en que reflexione sobre este tema con personas autorizadas.
Ver un artículo publicado en 2012 en MiradorSalud sobre La virtud de las vacunas.
Irene Pérez Schael
4 Comentarios
geyna
Excelente articulo sera que Trump se graduo de medico,te felicito
Mirador Salud
Gracias Geyna, es importante informar…
Marianela Castés
Felicitaciones por este artículo. Hay que estar pendiente, puede ser un retroceso científico en torno al tema de las vacunas y causar daño a la salud de muchos niños.
Marianela
Mirador Salud
Gracias Marianela,es así tenemos el deber de alertar ante lo inadecuado.