En un mundo en el que el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente desde 2014, y en el que cada día se pierden o desperdician toneladas y toneladas de alimentos comestibles, es fundamental reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
Se estima que en todo el mundo 3100 millones de personas no pueden acceder a dietas saludables y que unos 828 millones pasan hambre. Y esta tragedia ocurre cuando alrededor del 14 % de los alimentos del mundo se pierden después de la cosecha hasta la fase de venta al por menor de la cadena de suministro, pero sin incluirla, y se calcula que un 17 % se desperdicia en esa misma fase y a nivel del consumo. Estas pérdidas y desperdicios de alimentos representan entre el 8 y el 10 % del total de los gases de efecto invernadero (GEI) mundiales, lo que contribuye al cambio climático y a sus devastadores efectos sobre el planeta, pero también sobre los sistemas alimentarios, la nutrición y la salud.
El 29 de septiembre ha sido declarado el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (PDA) por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y asociados tan importantes como el Programa Mundial de Alimentos, entre otros, además de mucha, mucha gente sensibilizada ante este tema.
2022 es el tercer año de esta celebración, la cual brinda una oportunidad para hacer un llamamiento a la acción tanto al sector público (autoridades nacionales o locales) como al sector privado (empresas y particulares), con la finalidad de establecer prioridades entre las medidas y avanzar con la innovación para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es esencial para combatir el hambre y proteger la Tierra, pero debemos hacerlo a través de un enfoque de «sistemas agroalimentarios», ya que nuestras acciones pueden tener consecuencias en otros actores, actividades y entornos del sistema.
La pérdida y el desperdicio de alimentos reflejan nuestros sistemas agroalimentarios, injustos e insostenibles y reducirlas puede generar más alimentos de forma más rápida y económica sin dañar el planeta y sin tener que aumentar la producción agrícola. También significa más ingresos para los agricultores y alimentos más baratos para los consumidores.
Estamos ante la apremiante necesidad de acelerar las medidas orientadas a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, pero los grandes retos son también grandes oportunidades. Esta realidad abre puertas para atacar el problema a través de soluciones desde distintas perspectivas.
Desde MiradorSalud hemos estado prestando constante atención al tema. A continuación, presentamos 12 artículos publicados desde enero de 2018 a septiembre de 2022 en los que se analiza el tema con visiones diversas. Ha sido nuestro deseo acopiarlos para que los lectores puedan acceder nuevamente a ellos de acuerdo a sus intereses, con el claro objetivo de alinearnos con el propósito del Día Internacional de Concienciación sobre las Pérdidas y Desperdicio de Alimentos.
María Soledad Tapia
11. Una declaratoria contra las pérdidas y el desperdicio de alimentos
23 octubre, 2018 |
Bancos que no requieren de efectivo sino de solidaridad: Bancos de Alimentos. IV
27 marzo, 2018 |