Nos acercamos a otro fin de año y pensando en ello se me ocurrió revisitar mis contribuciones a MiradorSalud en 2022, lo cual pasa por reflexionar sobre las razones que me llevaron a seleccionar los temas presentados a nuestros lectores e invitarlos a darles una nueva mirada.
Frutas y hortalizas (F&H). Sin duda, las F&H serán siempre un tema recurrente pues como lo comento precisamente en uno de los artículos, su consumo es una recomendación dietaria constante e importantísima, ya que este grupo de alimentos contiene una gran cantidad de compuestos esenciales para una nutrición adecuada y para una buena salud (protegen contra enfermedades y estimulan el sistema inmune). Son relevantes para el crecimiento de los niños y apoyan las funciones corporales y bienestar físico, mental y social en todas las edades. Pueden ayudar a prevenir todas las formas de malnutrición: desnutrición, deficiencia de micronutrientes, sobrepeso y obesidad. Adicionalmente, con sus colores, sabores, aromas, texturas, son un regalo para nuestros paladares y resto de los sentidos. Muchos no relacionan que un grupo de alimentos —que generalmente es el que se deja fuera del plato por múltiples razones— sea esencial para la seguridad alimentaria plena y para una dieta saludable por lo que es indispensable que estén disponibles y sean asequibles para la toda la población
Programas sociales. No se podía dejar pasar 2022 sin tocar este tema que hemos discutido mucho en MiradorSalud desde varias perspectivas. En esta oportunidad, a la luz de un importante artículo titulado: “Participación de SNAP y WIC durante la infancia y la seguridad alimentaria en la edad adulta, 1984-2019” realizado por investigadores de la Universidad de Michigan, del Providence Healthcare System (Rhode Island); de Brown University y del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health de Baltimore. Una vez más es imposible no comparar con el programa social estrella de Venezuela, el CLAP.
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Dos programas sociales estadounidenses de alimentación (SNAP y WIC) y sus resultados de seguridad alimentaria en la edad adulta
29 noviembre, 2022 |
Pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA). Otro tema recurrente corresponde a crear conciencia sobre las PDA pues repercuten en todas las dimensiones de la seguridad alimentaria y nutricional ya que reducen la disponibilidad mundial y local de alimentos, afectan el acceso a los alimentos con consecuencias éticas y económicas, producen pérdidas de calidad, inocuidad y de nutrientes a lo largo de la cadena; se perturba la estabilidad y sostenibilidad de los sistemas alimentarios ya que utilizan valiosos recursos de aguas, tierras, uso de nitrógeno, de energía, se afecta la biodiversidad y son origen de aproximadamente el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Reducir las PDA es esencial para combatir el hambre y proteger la Tierra, pero debemos hacerlo a través de un enfoque de «sistemas agroalimentarios», ya que nuestras acciones pueden tener consecuencias en otros actores, actividades y entornos del sistema.
Pandemia de COVID-19. En marzo de 2022, a dos años de pandemia, hice una cronología de algunas de las cosas que durante ese período oscuro marcaron la vida de todos y mi vida: Muchas, muchas preocupaciones, algunas grandes tristezas, algunas muy pocas alegrías. Las quise compartir con nuestros lectores. En diciembre de 2022, a ya casi tres años de una pandemia que no termina, mi gran anhelo sería que, al haber regresado a una vida “aparentemente normal”, no se olvide algo esencial: que ello se debe a los grandes avances de la ciencia tanto en el desarrollo de vacunas como de antivirales específicos, como de protocolos terapéuticos. Tampoco, olvidar a los fallecidos, a los sobrevivientes de COVID, sobre todo a quienes no se recuperan del “Covid persistente”, no banalizar el virus como una “gripecita”, ni abandonar el uso de mascarillas en ambientes cerrados o con multitudes. El SARS-CoV-2 —lo mismo que todos los virus respiratorios— son de transmisión aérea y debemos seguir cuidándonos, así como a nuestro prójimo, sobre todo los más vulnerables pues la principal vía de transmisión son los aerosoles que exhalan los infectados —por simple respiración, sin necesidad de toser, estornudar, gritar o hablar— e inhalan las personas sanas.
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COVID-19. Cronología personal de preocupaciones a dos años de pandemia
22 marzo, 2022
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“Zoonosis y «Una Sola Salud»”. Finalizo citando este artículo sobre un tema que constituye una de mis mayores preocupaciones: la concienciación sobre las zoonosis. Hay que pensar más allá de esta pandemia. Hay que conocer acerca de todas las enfermedades de origen zoonótico. Esto es de enorme relevancia para la industria de alimentos, sobre todo las del sector animal y productos de origen animal. También los consumidores. Todos debemos familiarizarnos con el concepto de zoonosis y saber que la pandemia de COVID-19 es una demostración implacable del impacto devastador de las enfermedades zoonóticas, en las que los virus saltan de los animales para infectar a los humanos. Aunque el enfoque urgente se haya centrado en el desarrollo de vacunas y antivirales para limitar la propagación y la gravedad de las infecciones por SARS-CoV-2, es esencial que esta experiencia única en una generación se utilice para determinar los factores que impulsan la aparición de enfermedades zoonóticas e identificar dónde se encuentran las lagunas en nuestro conocimiento. Al comprender por qué y cómo surgen las enfermedades zoonóticas en humanos, así como las barreras para este proceso, es posible estar mejor preparado para evitar que pandemias como la COVID-19 vuelvan a ocurrir o al menos responder de manera más efectiva. Este concepto lo debemos manejar todos y entender que solo podemos preservar la seguridad y bienestar del mundo aplicando un enfoque que abarque la interconexión de la salud humana, la salud animal y los factores ambientales.
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La industria de alimentos y tendencias globales. ¿Cómo incorporar en la filosofía de los consumidores el concepto de “Una Sola Salud?
12 julio, 2022 |
Feliz Navidad y Saludable año 2023.
María Soledad Tapia